Caber

Poco se ha contado de la vida de Caber, conociéndose su existencia gracias a su amistad con Leir, un Dios céltico conocido de Thor. Con ocasión de la invasión de Asgard por parte de las fuerzas del dios egipcio de la muerte Seth, los dioses célticos, respondiendo a la desesperada llamada de la Encantadora, por lo que acudieron a Asgard a ayudar a los dioses asgardianos, en pago a la ayuda que Thor les había prestado anteriormente, Caber fue uno de los guerreros celtas que acudieron a la llamada. Junto a los asgardianos y sus compañeros celtas, Caber luchó contra las innumerables legiones de Seth, y usó su increíble fuerza y velocidad sobrehumana para diezmar a las fuerzas enemigas. Sin embargo, pese a los esfuerzos de Caber y sus camaradas, hubieron de retirarse de Asgard, incapaces de detener a un enemigo muy superior.

Cuando el Señor de Asgard Odín, regresó después de haber pasado largo tiempo ausente, las derrotadas y desmoralizadas fuerzas de los asgardianos y los celtas recobraron su espíritu de lucha, y se lanzaron en un furioso contraataque que logró rechazar a los atacantes, hasta que finalmente, gracias a la ayuda de Odín y Thor, lograron derrotar a los egipcios y a su líder Seth. Tras derrotar a sus enemigos comunes, tanto Caber como los demás dioses celtas marcharon de Asgard de vuelto a su propio reino de Avalón.

Allí, Caber junto a su líder y amigo Leir combatió contra los Fomor, otros de los moradores de la isla, antiguos enemigos de Caber y los demás dioses celtas y antiguos enemigos por la posesión de Avalón, a los que lograron expulsar después del combate.

Caber regresó de nuevo a Asgard junto a Leir, en un primer momento este regreso provocó un enfrentamiento entre Caber y el dios Asgardiano Heimdall, pero en la segunda ocasión fue con un propósito diferente.

Con ocasión de la guerra contra los egipcios, Leir había conocido a Lady Sif, una guerrera asgardiana que era también la prometida de Thor, de la cual había quedado prendado, y en su intento de ganarse el favor de la guerrera viajó a Asgard junto a su amigo Caber. Sin embargo, Sif se negó a contraer ningún tipo de compromiso con Leir, hasta que el dios céltico derrotara a su campeón para aspirar a su mano. Creyendo erróneamente que dicho campeón era Thor, Leir decidió partir en busca del dios del Trueno, por lo que acompañado de Sif y de su inseparable Caber partió a la Tierra en su busca, solo para descubrir que Thor se encontraba en la misteriosa Galaxia Negra buscando a su amigo Hércules y al Alto Evolucionador.

Caber, Leir y Sif llegaron a la Galaxia Negra justo cuando el combate por la vida de Hércules había terminado, y juntos regresaron a Asgard. Sin embargo, la llegada de Caber y los demás a Asgard coincidió con el ataque conjunto de Surtur y Ymir contra el Reino Dorado, y los recién llegados, Caber entre ellos, hubieron de enfrentarse a los dos gigantes místicos hasta que finalmente lograron derrotarlos.

Acabada la batalla, Leir exigió a Thor que se enfrentara en combate por el derecho a aspirar a la mano de Sif, sin embargo, Sif reveló que su campeón era ella misma, por lo que se enfrentó a Leir. Este, incapaz de combatir a una mujer, fue completamente derrotado perdiendo todo derecho a aspirar a la mano de la diosa guerrera, tras lo cual, Leir abandonó Asgard junto a Caber.

Cuando los Dioses de Manchester hicieron su aparición amenazando tanto Otromundo como Avalón, Caber fue el elegido, debido a su capacidad para viajar a grandes velocidades, para visitar otros panteones en busca de apoyos para la guerra contra los recién llegados. Entre otros reinos celestiales, el dios celta visió Asgradia donde se reunió con la madre de todos que declinó ofrecer su ayuda a los que fueron sus antiguos aliados afirmando que se trataba de un asunto interno de Avalón y que debían lidiar con sus enemigos por sus propios medios.

Respuestas similares recibió Caber en su busca de ayuda, ya que el Concilio de Panteones acordó mantenerse neutral entre los Tuatha y los Dioses de Manchester pese a los intentos de Caber de hacerles ver que los nuevos dioses serían una amenaza en el futuro para todos aquellos que ahora se declaraban neutrales.

Por fortuna las palabras de Caber no cayeron en saco roto ya que Loki (que había tenido un papel fundamental en la creación de los Dioses de Manchester) y Leah acudieron en ayuda de Avalón, ofreciendo su ayuda a Caber y sus compatriotas, respondiendo a la llamada a las armas del Rey Arturo para formar parte del ejército liderado por el Capitán Britania.

Finalmente tal como Caber había asegurado, la amenaza de los Dioses de Manchester amenazó a otros reinos celestiales, y fue el propio Thor quien tuvo que hacerles frente hasta que la amenaza fue abortada.

No han vuelto a tenerse noticias de Caber desde entonces.