Namor

Namor era hijo de Fen, una princesa de sangre real, y un humano del mundo de la superficie. Pese a que muchos veían en Namor a un mestizo, Thakorr lo quería como sangre de su sangre y lo consideraba heredero legítimo al trono cuando el muriese, lo que provocó un profundo resquemor en su primo Byrrah, que ansiaba convertirse en gobernante de Atlantis. En cierta ocasión, Atlantis fue golpeada por un poderoso maremoto y Thakorr envió a Namor a averiguar la causa de estos ataques, descubriendo que se trataba de un ataque del villano conocido como Destino, que portando el Casco de poder estuvo a punto de destruir el Reino submarino. Namor combatió contra Destino y logró derrotarlo arrebatándole el Casco, el cual enterró en las profundidades, tras lo cual se dispuso a regresar a Atlantis.

Lo que Namor desconocía es que tras su marcha y durante uno de los ataques provocados por Destino, Thakorr resultó gravemente herido teniendo que guardar cama, este momento lo aprovechó Byrrah para influir sobre el enfermo consiguiendo que lo nombrara regente hasta que Namor regresara, además encerró a la madre de Namor y se aseguró la colaboración del Señor de la Guerra Krang y del Sumo Sacerdote Kormok.

Cuando el Hombre Submarino regresó a Atlantis, se encontró con que Byrrah había ocupado el trono y había puesto al pueblo en su contra, Namor pidió a su primo que le dejara ver a Thakorr pero Byrrah pospuso la reunión hasta el día siguiente. Namor se retiró a descansar sin saber que su primo iba a asesinar al monarca tras lo cual acusó a Namor de asesinato. El Hombre Submarino hubo de huir de la ciudad, mientras el pueblo le acusaba de asesinar al Rey.En su huida, a Namor se le apareció Neptuno, que se mostró dispuesto a darle su Tridente con el cual Atlantis le reconocería como legítimo monarca, sin embargo el Hombre Submarino se negó a gobernar a un pueblo que le había acusado de asesinato sin ninguna prueba y prefirió retirarse a un lugar alejado del Océano.

En su nuevo hogar en el Océano Pacífico, Namor recibió la visita de una delegación atlante que rogaba su ayuda ya que en su ausencia, Atlantis había sido atacada por Attuma y sus bárbaros que estaban asediando la ciudad. Sin embargo Namor estaba todavía furioso con su pueblo y se negó a ayudarles, en cambio no tuvo problemas para ayudar a un navío de la superficie a punto de naufragar, salvando a sus tripulantes, un grupo de científicos que estudiaban la fauna en las Islas Galápagos. Estos agradecidos, invitaron a Namor a pasar unos días con ellos, días en los que Namor disfrutó como hacía tiempo que no lo hacía. Pero la felicidad duró poco puesto que regresaron los atlantes informando que Atlantis había caído y que los bárbaros habían asesinado a su madre Fen, furioso, Namor volvió a Atlantis, convocando a Neptuno que le otorgó su Tridente, el Hombre Submarino intentó arengar a las tropas atlantes en retirada pero estas, desanimadas, se negaron a seguirle.

Dispuesto a vengar a su madre Namor comenzó el ataque en solitario, derrotando a los bárbaros y enfrentándose al propio Attuma al que derrotó y empaló con el Tridente de Neptuno. Namor se dirigió a su pueblo clamando que ahora eran libres, pero estos culparon a su Príncipe por no haber acudido en su ayuda en un primer momento y ahora prefirieron marchar al exilio, con lo que Namor quedó como Rey de un reino sin habitantes.