Loki

Loki era el hijastro de Odín, Señor de Asgard, y contra quien conspiró en multitud de ocasiones siempre fracasando y siempre sometido a un castigo que, para muchos, no era lo suficiente duro para alguien que se había alzado contra el Reino. Uno de los que pensaba de esta manera era Thor, hermanastro de Loki el cual odiaba al Dios del Trueno con todas sus fuerzas ya que pensaba que Odín lo quería menos que a su hermanastro. Después de ser exiliado tras su último fracaso, por fín le llegó la oportunidad de vengarse de su hermano, el cual se había alzado en armas contra Odín después que este no le permitiera contraer matrimonio con una mortal. Odín nombró a Loki capitán de los ejércitos leales y le dio su Espada de la Guerra para poder enfrentarse al Mjolnir que empuñaba Thor, Loki aceptó el nombramiento y exigió que dos de sus aliados, el Ejecutor y la Encantadora, fueran puestos bajo su mando como sus lugartenientes.

Loki lideró las fuerzas de Odín contra su hermanastro, sus aliados terrestres de los Vengadores y los asgardianos que le eran fieles, mientras si fiel siervo Ingron seguía junto a Odín espiándole. Fue así como descubrió que uno de los Vengadores, Iron Man, se había presentado ante Odín para pedirle un alto el fuego para que padre e hijo pudieran hablar. Odín aceptó e Iron Man se dispuso a regresar al campo de batalla para explicárselo a Thor pero Loki, que pretendía utilizar la excusa de la guerra para acabar con su hermano, interceptó al Vengador blindado al que asesinó con la Espada de la Guerra. Con la batalla igualada, Loki decidió tomar parte activa en el combate usando los Guantes de Lamia, uno de los cuales absorbía la energía mediante al contacto y el otro la recibía. Así, mientras Ingron tocaba a Odín con uno de los Guantes absorbiendo el poder del Señor de Asgard, Loki, enfundado en el otro Guante, recibía el poder robado, suficiente para medirse con Thor mano a mano.

La batalla fue brutal y pese a que Thor luchó valientemente, al final Loki tomó ventaja gracias al poder de Odín que fluía en su interior. Con Thor a sus pies, Loki se dispuso a rematarlo pero entonces intervino la Avispa, uno de los Vengadores cuyo poder había sido aumentado mágicamente por le Gran Visir, y disparó sus aguijones sobre el Dios de la Mentira matándolo.