Mefisto

Mefisto era el señor del Inframundo y como tal, a su reino llegaban las almas de los malvados. Quizás una de las almas mas malvadas que visitó su reino fue el espíritu de Loki, el cual fue exiliado al reino de Mefisto después de su enésimo fracaso en acabar con su hermanastro Thor. Cuando el Dios del Trueno se conviritó en nuevo monarca de Asgard e inició la Gran Cruzada para conseguir que reinara la paz en los Nueve Mundos, Mefisto vio amenazado su reino y decidió aliarse con Loki para detener a Thor.

La empresa no podía tener mas dificultades ya que Thor había sido nombrado recientemente Monarca de Asgard después que Odín abdicara del trono, y ahora el Poder de Odín había pasado a manos de su hijo que era mas poderoso que nunca. Loki envió a Mangog a la Tierra, una criatura que había puesto en dificultades al propio Odín en el pasado, dado que Thor no podía abandonar Asgard en su calidad de monarca, envió a la Tierra a sus mejores amigos, Sif y los Tres Guerreros. Entonces el Dios del Engaño lanzó su ataque, ocupando la indestructible armadura del Destructor con la que esperaba acabar con su hermano, si bien Mefisto dudaba que Loki pudiera acabar con Thor, si que esperaba que lo dañara lo suficiente para retrasar su Gran Cruzada durante un tiempo.

Sin embargo, Mefisto no había contado con la aparición de Odín, que una vez hubo abandonado el trono de Asgard estuvo libre para combatir al mal, y no había mayor malvado que Mefisto con lo que comenzó un combate entre el ex señor de Asgard y el Señor del Inframundo que terminó con la derrota de Mefisto, que fue exiliado a un Limbo sin nombre del que era imposible escapar que es donde se encuentra en la realidad.