Magni

Magni era el hijo de Thor y la Encantadora, debido a la condición de su padre de Señor de Asgard, Magni recibió el título de Príncipe de Asgard. Los primeros años del recién nacido fueron especialmente turbulentos, ya que hacia poco tiempo que Thor había decidido trasladar Asgard a la Tierra para estar mas cerca de los humanos y ayudarlos, lo que llevó a muchos gobiernos y religiones a aliarse contra él hasta el punto que llegaron a derribar Asgard de los cielos, lejos de convencer a los asgardianos para que abandonaran la Tierra, Thor se reafirmó en su decisión de permanecer en Midgard pasando a convertirse en gobernante de la Tierra.

Cuando solo contaba con apenas un par de años, los asgardianos habían consolidado su dominio sobre el planeta, aunque todavía existía una resistencia especialmente activa y especialmente peligrosa debido a que entre sus miembros habían varios súper hombres, algunos antiguos compañeros de Thor en su etapa en los Vengadores. Estos héroes se aliaron con Balder, amigo de Thor que había llegado a la conclusión que su presencia en la Tierra era un error, y que les permitió el acceso al Palacio Real para intentar derrocar a Thor. El ataque no salió como ellos esperaban ya que fueron sorprendidos por Loki que acabó con algunos de los héroes, aunque otros lograron abrirse paso hasta la guardería donde encontraron al Dios del Trueno visitando a su hijo Magni, allí el monarca de Asgard hubo de combatir contra Hulk y la Cosa aunque finalmente logró prevalecer, sin embargo el peligro no había pasado ya que Balder tomó a Magni como rehén lo que obligó a Thor a permanecer impasible mientras el Capitán América le atacaba, en ese momento apareció Loki que acuchilló a Balder por la espalda, salvando al niño y permitiendo a Thor contraatacar acabando con el Capi y poniendo fin a la resistencia.

Los siguientes años de la vida de Magni fueron menos agitados, creció en el Palacio Real con todas las comodidades, con unos padres que le querían aunque su madre se mostraba en ocasiones distante, pero afortunadamente, se colaba en sus habitaciones Sif, antigua amiga y amante de Thor exiliada del reino tras oponerse a la presencia de los asgardianos en la Tierra, la cual aprovechaba para dejar algún regalo al pequeño Príncipe.

Ya adulto, Magni mostró la misma inquietud y curiosidad hacia los mortales que antaño demostrara su padre, del cual había heredado también su caracter rebelde así como su manía de contradecir los deseos de su progenitor. Cierto día, Magni regresó de sofocar un huracán que amenazaba a los mortales que vivían en una isla del Pacífico cuando encontró correteando por los pasillos del Palacio a una joven mortal, Jordahl, que se había encontrado accidentalmente con Thialfi y había sido capturado por Loki que los confundió con miembros de la resistencia. La joven escapaba de los secuaces de Loki cuando se encontró con Magni el cual, atraído por la belleza de la joven, la ayudó a ocultarse y después la llevó a su casa donde Jordahl le presentó a su madre antes que el Príncipe regresara al Palacio para asistir a la fiesta de bienvenida de Thialfi (el cual había sido transportado a Nueva Asgard desde el pasado).

Acabada la fiesta, Magni marchó con unos cuantos asgardianos en dirección a España para sofocar una rebelión urdida por la resistencia, allí fue testigo como uno de los humanos prefería inmolarse para acabar con los dioses antes que rendirse lo que llevó al Príncipe a comprender que los humanos los odiaban. A estas dudas se les unieron otras, manifestadas por Thialfi el cual se había unido a la resistencia. Sumido en un mar de dudas, Magni marchó en busca de Jordahl solo para descubrir que esta y su familia habían sido capturadas por Loki y llevadas a un centro de Reeducación.

Magni marchó a dicho campo y sacó a la joven, pero esta ya había sido sometida al tratamiento y este había afectado a su mente, entonces el Príncipe la llevó a la guardia oculta de Sif en las montañas y la dejó con ella para que la cuidara tras lo que regresó a Nueva Asgard para pedir a su padre que ayudara a la mortal, pero allí descubrió que Thor había sido objeto de un intento de asesinato por parte de Thialfi y la resistencia encabezada por una hechicera mutante de nombre Kya. Al parecer Thialfi había muerto y el resto habían sido condenados a muerte, el Príncipe en un principio se oponía y se dispuso a actuar pero Kya contactó con él telepáticamente pidiéndole que no interviniera, y tras su muerte, la hechicera usó su forma astral para mostrar al Príncipe como su padre estaba errado y había dejado de ser digno, lo que demostraba que no pudiera levantar el martillo de Thor, la propia hechicera le instó a que levantara el martillo y Magni, para su sorpresa, alzó el martillo místico. Magni regresó junto a Sif portando el martillo y ambos marcharon hasta la dimensión de Asgard donde encontraron a las razas que habían quedado atrás tras la marcha de los asgardianos a la Tierra, estas razas habían caído en la desgracia y el declive tras la marcha de los dioses y esto acabó de convencer a Magni que los actos de su padre estaban errados.

Acompañado por Sif, Magni marchó a Nueva Asgard donde se encaró a su padre, exigiéndole que empuñara el Mjolnir para demostrar que seguía siendo digno. Sin embargo, la discusión acabó cuando se produjo el ataque de Desak, el asesino de dioses, creado por la Elegida antes de ser capturada por Loki y que llegó a Nueva Asgard dispuesta a acabar con Thor, Magni y los asgardianos. En un principio Magni intentó que su padre ignorara la amenaza y terminara la discusión que estaban manteniendo pero cuando su madre le echó en cara que mientras su padre luchaba por su vida, él lo ponía a prueba, el Príncipe se unió a la lucha. Pese a que padre e hijo unieron sus poderes, fueron incapaces de derrotar a Desak y el propio Príncipe fue herido, entonces Loki decidió usar su arma secreta, el Destructor, el cual estaba siendo animado por la energía de la Elegida.

Pero el plan no salió como Loki había planeado ya que el Espíritu de la Joya "sintió" que su enemigo no era otro que su propia creación y tras romper el control de Loki, se unió a su peón para acabar con los asgardianos, Magni se lanzó valientemente a combatir contra Desak pero fue alcanzado por un poderoso rayo lanzado por la Elegida que lo dejó gravemente herido.

El Príncipe fue puesto a salvo por la Encantadora y Sif mientras que Thor por su parte, finalmente comprendió lo errado de sus actos, deseando enmendar todo el mal que había hecho con lo que demostró que volvía a ser digno de alzar el Mjolnir y con él en su mano logró destruir a Desak, a continuación usó su poder para detener el tiempo y ayudado por la Elegida y por un ingenio temporal, viajó al pasado, momentos antes de la caída de Asgard, y convenció a su yo del pasado para que abandonara la Tierra con lo que la línea temporal de la Tierra 3515 jamás tuvo lugar. Se ignora el destino de Magni una vez su realidad dejó de existir.