Turakis

Los Turakis eran los habitantes del planeta del mismo nombre, situado en las inmediaciones de 66 Lycon. Poco se sabe de su historia, sus relaciones con los planetas vecinos o su relación con la Tierra aunque al parecer son las propias de una raza avanzada ya que poseían alta tecnología y al menos conocían la existencia del Cuerpo Nova y su labor de vigilar la seguridad interestelar y sus métodos por lo que es probable que hayan necesitado de su ayuda en alguna ocasión. En un momento dado, los Turakis decidieron crear un enorme y poderoso ciborg que sirviera como arma disuasoria en caso de una emergencia global. Para ello, usaron el genoma de una especie autóctona de Turakis, el depredador conocido como Otariidae para crear un ciborg que agrandaron y dotaron de un poderoso blindaje, creando la criatura conocida como Colapsaplanetas.

Durante mas de tres décadas, el Gobierno de Turakis no vio necesidad de activar su arma disuasoria pero todo cambió cuando Annihilus y su Oleada Aniquiladora se acercaron al planeta, entonces el gobierno de Turakis sacó al Colapsaplanetas de las instalaciones de estasis en silo profundo donde estaba almacenado para responder a la amenaza a nivel continental que significaban los invasores.

Al parecer la presencia del ciborg disuadió a las huestes de Annihilus de atacar Turakis, pero entonces el gobierno se encontró con un problema mas grande si cabe, ya que una vez fuera de las instalaciones de éstasis, fueron incapaces de devolver al ciborg de vuelta a su base el cual comenzó a destruir todo a su paso.

El gobierno de Turakis envió una llamada de auxilio al Cuerpo Nova, sin saber que Xandar había sido destruído en la guerra contra Annihilus y que únicamente quedaba un Nova, el terrestre llamado Richard Rider. Afortunadamente, el terrano poseía todo el poder de la Fuerza Nova en su interior y estaba decidido a seguir con su papel de "policia de la galaxia" con lo que acudió a Turakis con rapidez y, pese al deseo de los Turakis que el Colapsaplanetas fuera devuelto al silo de contención para que sirviera en un futuro como arma disuasoria, Rider decidió que no podía arriesgarse a que volviera a escapar y seguir causando el caos con lo que usó la Fuerza Nova para destruírlo.

Nova marchó del planeta despidiéndose de los Turakis a los que recomendó que se pusieran en contacto con los Caballeros del Espacio para que les ayudaran en la reconstrucción y desde entonces no se han vuelto a tener noticias de los Turakis.