Blacksmith

Sobre Blacksmith pesaba una larga condena que cumplía en unas instalaciones disciplinarias de los Estados Unidos por motivos que no han sido revelados. Blacksmith idolatraba al Caballero Luna y se entrenó duramente en el gimnasio de la prisión inspirándose en él. Su afán de convertirse en un individuo duro y sin escrúpulos renunció a sus amigos a quienes derrotó en combate. Blacksmith se construyó entonces una tenazas capaces de calentarse a sí mismas y con ellas consiguió fugarse.

Su reputación pronto llegó a oídos de Alezander Latimer, un ricachón corrupto que había hecho un trato con una potencia extranjera para hacer detonar una bomba nuclear bajo Nueva York. Cuando el Caballero Luna detuvo casualmente a Sharp, uno de sus matones encargado de colocar el detonador en la bomba, Lastimer envió a Blacksmith y Morris, otro de sus hombres, a que terminaran el trabajo. El Caballero Luna descubrió el escondrijo de la bomba nuclear gracias Douglas, el hijo del detective Stephen Mills que había muerto investigando el caso. Blacksmith y el Caballero Luna se enfrentaron, pero el ex convicto fue derrotado y enviado de nuevo a prisión.

Presumiblemente Blacksmith se encuentra aún hoy en día cumpliendo su condena por actos terroristas.