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Blake Schiel creció en un ambiente familiar difícil con padres que discutían constantemente. De niña estudió en una escuela católica, y ya a edad temprana mostró comportamientos agresivos con sus compañeras de clase, a quienes golpeaba para coger sus muñecas. Su conducta no mejoró y al crecer si hizo tatuar una estrella en la mejilla y se dedicó a cometer atracos a mano armada. A causa de ello terminó en la cárcel hasta que un día manifestó poderes mutantes que le permitían crear monstruosidades gigantescas y escapó de prisión {X:BOA 1-FB-BTS}.

Con su historial delictivo no fue de sorprender que tras su fuga se dedicara a emplear sus poderes para causar el caos en las calles de Phoenix lanzando a sus monstruos contra el mobiliario urbano o cualquiera que se interpusiera en su camino. La súbita aparición de la mutante activó la alarma de Cerebro y Kitty Pryde acudió a investigar junto a sus alumnos, la Patrulla-X desplazada en el tiempo. Mientras le hacían frente Jean Grey se introdujo en su mente y se dio cuenta de toda la vida que llevó Blake. Pero el combate se vio interrumpido de repente cuando apareció un grupo de Centinelas que empezó a atacar a los mutantes. Cuando las cosas empezaban a ponerse difíciles para el inexperto grupo se unió a la refriega la Nueva Escuela de Xavier para Jóvenes Talentos de Cíclope que ayudó a derrotar a los robots gigantes. Viendo lo ocurrido, Blake se rindió alegando que todo había sido un ataque de ira causado por sus problemas familiares. Es de suponer que pasó a disposición policial al menos durante un tiempo {X:BOA 1}.

Lo último que se sabe de Blake es que aceptó la invitación de Charles Xavier para trasladarse a la Isla de Krakoa que se había convertido en el nuevo refugio para los mutantes aunque se ignora su adaptación al lugar y sus actividades en la isla.