Dioses de Chronux

Los Dioses de Chronux eran un panteón de dioses cósmicos que habitaban en el planeta Chronux, en un castillo conocido como el Palacio del Infinito. De naturaleza pacífica, estos dioses usaban pequeñas porciones de su sangre sagrada que depositaban en el Estanque de las Eternidades para recordar el pasado y vislumbrar el futuro. Autodenominados guardianes del tiempo, estos dioses permanecieron ocultos de los demás panteones ya que su mundo estaba oculto y la ubicación del mismo solo estaba señalada en un libro custodiado en Ciudad Omnipotencia, bajo el control del Lord Bibliotecario.

Pero ni estar ocultos salvó a los Dioses de Chronux cuando Gorr, el Carnicero de Dioses, puso sus ojos en los guardianes del tiempo para llevar a cabo sus maléficos planes de acabar con todas las deidades cósmicas. Tras llegar a Chronux el Carnicero, ayudado por sus criaturas oscuras, asesinó a todos los dioses del planeta a excepción de uno, y vertió su sangre en el Estanque de las Eternidades con un único objetivo, viajar al vacío donde el primer dios creo la vida, para obtener el corazón de un dios antiguo.

El último de los dioses de Chronux, aceptando la palabra de Gorr que no moriría como el Dios del Trueno, aceptó programar la Pileta del Tiempo para que el Carnicero viajara al pasado con la esperanza que el primer dios acabara con él pero para su horror, Gorr regresó portando el corazón de su víctima, a continuación el Carnicero obligó a su rehén que programara nuevamente la Pileta pero esta vez para viajar al futuro, donde usaría su nuevo trofeo para crear una bomba con la que acabar con todos los dioses a lo largo de todos los tiempos.

En ese momento se produjo la llegada de Thor, que venía buscando a Gorr para vengarse durante largo tiempo, pero el Carnicero se deshizo de él dispuesto a seguir sus planes y viajar al futuro, pero antes, para evitar que el asgardiano pudiera seguirle, ordenó a sus esbirros que destruyeran las máquinas de Chronux al tiempo que él mismo asesinaba al último de los guardianes del tiempo, recordándole que le había dicho que no moriría como Thor, el cual sería el último dios en morir teniendo que ver como todos los demás dioses morían sin poder hacer nada, mientras que él, el último dios de Chronux, moriría en ese momento.