Ragnarok

El Ragnarok es, según la mitología nórdica, el Destino Final de los Dioses, el día en que los dioses antiguos desaparecerán, dando paso a un nuevo comienzo y a una nueva raza de dioses. A lo largo de los años, se han repetido varios de los signos del Ragnarok, pero en ninguna de estas ocasiones ha llegado a cumplirse el destino de los Dioses, bien por que no era todavía el momento o bien por la intervención de dioses como Odín o Thor.

Según la mitología nórdica, el Ragnarok vendrá precedido de un tiempo de grandes guerras y convulsiones, en que los asgardianos lucharán entre ellos, sin respetar las clases, los linajes o la familia. Llegarán tiempos de profundas nevadas y de hielos, tiempos en que el sol no calentará y Asgard se verá envuelta de frío y de escarcha. Se producirán entonces grandes convulsiones y terremotos. Asgard se verá privada de la luz del Sol y las Estrellas. Comenzará entonces el Ragnarok, en el que los enemigos de Asgard se unirán para provocar el fin de los dioses antiguos.

El Lobo Fenris, aprisionado por una cadena mágica creada por los enanos, desde el alba de los tiempos gracias al sacrificio de Tyr, que perdió su mano derecha, escapará de su encierro y se unirá a los atacantes del reino dorado. Del crudo invierno surgirá Ymir, el enorme gigante de hielo, que atacará a Asgard dispuesta a congelarla para siempre. La Serpiente de Midgard se revolverá y agitará en la Tierra, dispuesta a unirse a la batalla y, como su gigantesco cuerpo rodeaba la Tierra, Midgard se vería sumergida por las aguas. Se soltará entonces el barco Nafglari, hecho con las uñas de los muertos, que portará a los ejércitos de los muertos que se unirán a la guerra contra los asgardianos. El lobo Fenris saltará a la Tierra y la cubrirá de fuego que saldrá de su boca. A él se unirá la Serpiente Midgard, que escupirá veneno entre sus fauces. Se rasgará el cielo de Midgard y por él surgirán los hijos de Muspelheim, dirigidos por Surtur el demonio llameante, portador de su brillante Espada. Ésta, una vez sumergida en el Llameante brasero que se encuentra en el corazón de la Ciudad Dorada, sumirá la ciudad en un infierno de llamas. Surtur al mando de sus ejércitos viajará a Asgard, a través del Bifrost, el Puente del Arco Iris, y su número será tan grande que el Puente se romperá, aislando Asgard de Midgard. A Asgard llegarán también otros enemigos de Asgard, así, aparecerá el gigante Hrym, antiguo enemigo de Asgard, y Loki, hijo adoptivo de Odín, pero cuyo padre era un gigante de hielo. Ambos comandarán a los ejércitos del averno y a los gigantes de hielo, en el asalto final contra la Ciudad Dorada.

Frente a esta batalla final, los ejércitos de Asgard se alzarán, dispuestos una vez más a enfrentarse a sus enemigos. Así, Heimdall hará sonar el cuerno Gjallarhorn, avisando así a los Dioses del inminente ataque y los Dioses se reunirán en Asamblea. Odín el Padre de Todos viajará hasta el Puente de Mimir y le pedirá consejo. Como respuesta temblará el Fresno Mundial, vaticinando así el fin de los antiguos Dioses y el comienzo de una nueva era. Como respuesta, los asgardianos se alzarán en armas. Junto a ellos los Einherjard, los guerreros de Valhalla, les seguirán al campo de batalla para luchar por su supervivencia.

Al mando de los ejércitos asgardianos irá Odín, portando su yelmo y su coraza de oro, y armado con su lanza Gungnir y frente a él se alzará el lobo Fenris. El más valeroso de los guerreros asgardianos, Thor, no podrá acudir en ayuda de su padre, ya que él tendrá que enfrentarse a la Serpiente de Midgard, Jormungard. Frente a Surtur y sus igneas tropas se alzará Frey, pero al no portar su mágica espada, que pelea sola y que es capaz de derrotar a cualquier enemigo, el asgardiano no podrá detener al gigante de fuego, muriendo en el combate. Los enemigos de Asgard soltarán entonces al Perro Gran, el más horrible de los monstruos que se encontrará atado ante Gripahell, para que se una a la batalla. Ante éste nuevo enemigo se alzará Tyr, dios de la Guerra y que antaño derrotó a otro gigantesco enemigo en la figura de Fenris, y en el combate morirán ambos. Por su parte Thor dará el golpe de muerte a Jormungard, la Serpiente de Midgard, y tras esto, retrocederá nueve pasos, antes de morir como consecuencia del veneno que la Serpiente le inyectará.

Mientras, la batalla entre Fenris y Odín continuaría, hasta que, finalmente, el Lobo se tragará al Padre de Todos, dejando a los Asgardianos sin su líder. Pero entonces el otro hijo de Odín, Vidar, atacará al asesino de su padre, y pisándole la mandíbula inferior con su zapato hecho de las suelas que los hombres desechan (algo positivo según la mitología nórdica), y posteriormente, tras tirar con fuerza de su mandíbula superior, se la romperá, matándolo. Con Balder muerto traicioneramente tras ser herido de muerte por una flecha hecha de muérdago, la responsabilidad de detener a Loki recaerá sobre Heimdall. Se enzarzarán en una batalla, que terminará con la muerte de ambos.

Por toda Asgard se extenderán las luchas entre Asgardianos y sus enemigos, luchas y batallas que terminarán cuando Surtur prenda la espada llameante en el brasero, arrojando fuego sobre la Tierra y sumiendo los Nueve Mundos bajo un manto de llamas. Pero no todos morirán, algunos asgardianos, como Vidar y Vali se salvarán y vivirán sobre las ruinas de Asgard. Los hijos de Thor, Magni y Modi, también se salvarán y conservarán el martillo Mjolnir que perteneció a su padre.

Desde el infierno volverán al mundo de los vivos Hoder y Balder, que recordarán los viejos tiempos, además de encontrar el oro que escondieron los antiguos dioses. En Midgard, dos hombres, Lif y Leifthrasir, que habrán sobrevivido a las llamas, serán los padres de una nueva raza que habitará los mundos, dando paso así a una nueva generación que poblará los nueve mundos.

Todos estos rasgos previos al Ragnarok están descritos en la mitología nórdica, y están abiertos a distintas apreciaciones, no teniendo que tomarse al pie de la letra como deben sucederse los acontecimientos. Así, algunos de los rasgos previos al Ragnarok se han producido en anteriores ocasiones, pero no ha llegado ha producirse el cataclismo. Surtur ha intentado en diversas ocasiones sumir Asgard y Midgard bajo un manto de llamas, y prender su espada de poder en el Brasero situado en la Ciudad Dorada, y Ymir y los demás gigantes de hielo han luchado contra los asgardianos durante largo tiempo.

Otros de los acontecimientos descritos en el Ragnarok se han producido ya, fueron la batalla entre Thor y Jormungard, batalla en que la Serpiente de Midgard murió a manos del Dios del Trueno y, aunque esta hirió a Thor de gravedad, no murió y pasado un tiempo logró recuperarse.

La vez que más cercana estuvo la llegada del Ragnarok, estuvo precedida por muchos de estos signos. Así, la Serpiente Midgard abandonó la Tierra para combatir al Dios del Trueno, Asgard vivió un periodo de guerras, como consecuencia de la lucha a muerte provocada por las maquinaciones de Seth, el Dios Egipcio de la Muerte. Además, Surtur en uno de sus primeros ataques, destruyó el Puente Bifrost aislando así Asgard de la Tierra y el Reino Dorado. Desde ese momento Asgard vagó sin rumbo por el espacio, hasta sumergirse en la Zona Negativa, viéndose privada de la luz de las estrellas.

Finalmente, en un segundo ataque, Surtur por un lado y Ymir, el gigante de Hielo por otro, se dispusieron a destruir el Reino Dorado. Sin embargo, gracias a la intervención de Thor y Odín, ambos gigantes fueron derrotados, y el Ragnarok evitado.

Algunos de los enemigos de Asgard han intentado provocar el Ragnarok para servir a sus propios fines, por ejemplo malvado Seth ha intentado provocar el Ragnarok para acabar con sus enemigos asgardianos, para provocar esto, influyó sobre un mortal para que descubriera el Fresno Mundial, que regía las vidas de los dioses nórdicos, y le dotó de maquinaria para manipular el Árbol para que se produjera el Ragnarok, sin embargo estos planes fueron abortados gracias a la intervención de Thor y la Encantadora.

Algunos de los acontecimientos previos al Ragnarok ya no pueden producirse, por ejemplo, Surtur murió en un combate contra Odín, y no podrá sumir Asgard y la Tierra bajo el fuego abrasador de su espada, la Serpiente de Midgard murió a manos de Thor tiempo atrás (aunque recientemente ha aparecido una descendiente), Balder no murió por una flecha de muérdago, o el barco Nafglari, que debe llevar las almas de los muertos a la guerra contra Asgard, fue destruido por Thor en una de sus visitas a Hel.

Sin embargo, se demostró que el Ragnarok era solo un plan urdido por los Que se Sientan en las Sombras para alimentarse de las energías de los asgardianos, convirtiendo la muerte de los dioses nórdicos en un ciclo sin fin en que a lo largo de los siglos, se habían producido varios Ragnaroks pero los asgardianos habían prevalecido.

Todo comenzó cuando Loki halló el molde en que había sido forjado Mjolnir y tras hacerse con él, liberó a Surtur y le entregó el molde para que fabricara decenas de martillos, no tan poderosos como el de su hermano (que portaba el encantamiento de Odín) pero su elevado número suplía su falta de poder. A continuación urdió malvadas alianzas con razas enemigas de Asgard (trolls, gigantes de hielo, demonios de fuego, soldados de Hel) o con enemigos puntuales (la Llama, Durok, Maggog....) para lanzar el ataque definitivo contra Asgard.

A bordo de un reconstruido Nafglari, Loki junto a su hijo Fenris, el gigante que conducía el barco y Ulik, atacaron a los asgardianos por sorpresa sembrando la muerte y destrucción, los aliados de Loki atacaron al unísono a Thor con sus martillos y este enfrentó su Mjolnir contra ellos, resultando el martillo místico quebrado, con Thor aturdido, Loki lanzó un ataque que agujereó el reino de los enanos provocando que Thor cayera al océano donde a punto estuvo de ser engullido por la Serpiente de Midgard, pese a todo el Dios del Trueno usó su maltrecho martillo para viajar a la Tierra para buscar la ayuda de los Vengadores.

En ausencia de Thor, Loki invadió Asgard donde asesinó a Frigga y pese a que los asgardianos lucharon valientemente, un inacabable ejército de trolls y soldados muertos invadió el reino dorado, durante la batalla, Balder murió alcanzado por una flecha de muérdago y el Bifrost fue destruido muriendo su guardián, Heimdall, la crueldad de Loki y sus ejércitos les llevaron a asesinar mujeres y niños e incluso el malvado dios no tuvo reparos en asesinar a Frigga, su madre adoptiva.

Thor regresó a Asgard junto a sus aliados Vengadores ayudando a repeler el ataque final de Loki y sus aliados matando al gigante y a Ulik en combate y obligando a Loki a retirarse, tras esto, el Dios del Trueno devolvió a sus aliados mortales a la Tierra y emprendió con asgardianos supervivientes un éxodo hacia Vanaheim para buscar refugio.

En su viajar encontraron solo rastros de muerte y destrucción, el reino de los elfos había sido destruido, muriendo los Tres Guerreros a excepción de Volstagg que se unió a los refugiados, aliados de Thor como Kurse o Harokin murieron combatiendo a los enemigos de Asgard e incluso el medio hermano de Thor, Vidar, murió enfrentado a millares de trolls aunque el Dios del Trueno pudo vengar su muerte matando al rey de los Trolls en combate personal.

Cuando los refugiados llegaron a Vanaheim la encontraron asediada por las tropas de Loki capitaneadas por Fenris, Thor se unió a la batalla y aunque no pudo evitar que la Valkiria muriera a manos de Durok, si pudo salvar a Sif de seguir su suerte y a continuación eliminar a su enemigo, el regreso de Bill Rayos Beta, atraído por el sufrimiento de sus camaradas asgardianos dio un vuelco a la batalla.

Thor dejó a Bill al mando de Vanaheim mientras él iba en busca de conocimiento y tras largo periplo, la Fuerza de Odín regresó a sus manos, de esta forma supo de las maquinaciones de los Que se Sientan en las Sombras y no deseando que su pueblo fuera una marioneta en manos de semejantes seres, se dispuso a ponerle fin. De este modo, tras capturar a Loki marchó a Muspelheim donde encontró a Surtur al que encargó que reparara su martillo a cambio de la promesa de abrirle un camino hasta Vanaheim, el demonio de fuego cumplió su promesa y el Dios del Trueno abrió un camino entre el reino de fuego y el último refugio de su raza, que vieron como sobre ellos caían decenas de miles de trolls, gigantes de hielo, demonios de fuego y otros encabezados por el propio Surtur, enfrentados a tales enemigos, los asgardianos fueron exterminados.

Por su parte Thor marchó dispuesto a asegurarse que esta vez el ciclo no volviera a repetirse, marchó a enfrentarse a las tres norns, encontrando el telar donde tejían el destino y en el que estaba escrito que el ciclo volvería a repetirse, sin embargo Thor rompió el telar impidiendo que los dioses volvieran a la vida y él mismo quedó sumergido en el olvido, muriendo con el resto de los dioses con lo que el Ragnarok o muerte de los dioses pareció cumplirse finalmente.

Sin embargo, meses mas tarde, Thor volvió a la vida y devolvió la vida uno a uno a los asgardianos que habían fallecido y que habían encontrado acomodo para su esencia en el cuerpo de diferentes mortales, Thor localizó uno a uno a sus compatriotas y recuperó esta esencia resucitandolos, lo que supone que el Ragnarok como muerte definitiva de los dioses todavía no ha tenido lugar.