Centinelas

Era la Tierra 2600 un lugar donde las autoridades humanas aprobaron la creación de los Centinelas, gigantescos robots cazadores de mutantes, después que se dictara el Acta de Restricción Mutante. Tras un periodo en que solo los mutantes fueron perseguidos, encerrados en campos y/o asesinados, los Centinelas pasaron a dar caza a cualquier ser con poderes para terminar capturando a cualquiera que mostrara anomalías genéticas que le hicieran propenso a conseguir super poderes, los mutantes y super hombres no estaban dispuestos a ir como corderos al matadero y se resistieron dando comienzo a una guerra que duró años pero que terminó con la victoria de la humanidad, aunque este triunfo significó que la Tierra 2600 se transformara en un mundo que se había convertido en una zona de guerra arrasada, privado de plantas con el cielo oscurecido y con los Centinelas vigilantes como perros guardianes.

Sin que los Centinelas lo supieran en uno de sus campos yacía prisionero un niño de seis años, David Richards, cuyos genes albergaban el potencial de ser el mutante mas poderoso que jamás hubiera visto la Tierra 2600 ya que era hijo de Franklin Storm y de Rachel Summers. El joven estaba destinado a liderar la resistencia contra los Centinelas librando a los mutantes del yugo de los robots gigantes, pero también estaba destinado a convertirse en un tirano genocida que llevaría a la humanidad a la extinción. Con la intención de evitar este futuro, el Tallus envió a la Tierra 2600 a dos de los grupos de viajeros dimensionales que tenía a su disposición, los Exiliados y a Arma X, para que llevaran a cabo una misión dividida en dos partes. La primera consistía en liberar a David Richards y ambos grupos invadieron un campo de prisioneros vigilado por Centinelas osbsoletos ya que su única misión era vigilar que mutantes privados de sus poderes escaparan, mas pendientes de evitar fugas que intentos de rescate, los robots metálicos fueron aplastados por los mutantes que escaparon no solo con David Richards sino con casi una docena de niños que estaban también prisioneros.

Fue entonces cuando el Tallus les indicó la segunda parte de la misión, acabar con la vida de David para impedir que se convirtiera en un tirano, aquí ambos grupos no se mostraron de acuerdo ya que Arma X estaba dispuesta a cumplir su misión mientras que los Exiliados se negaban a asesinar a un niño de seis años por actos que aún no había cometido. Comenzó un combate entre ambos grupos que terminó cuando fueron localizados por Centinelas clase Nimrod que detuvieron la batalla y a punto estuvieron de acabar con todos los presentes, que afortunadamente fueron puestos a salvo gracias a los poderes de Destello. Una vez a salvo, los mutantes lograron llegar a un consenso, el líder de Arma X, el feroz mutante llamado Dientes de Sable, se quedaría en la Tierra 2600 como mentor de David para impedir que se convirtiera en un tirano mientras el resto de viajeros dimensionales marchaba a otra realidad.

Durante los años siguientes, Dientes de Sable y sus protegidos hubieron de ocultarse de los Centinelas que intentaban darles caza pero el tiempo fue pasando y los niños asustados alcanzaron la pubertad y sus poderes empezaron a desarrollarse con lo que pudieron devolver los golpes a los robots gigantes. Finalmente, un David ya en plenitud de sus poderes tomó el mando de los rebeldes y empezó a orquestar ataques contra las fábricas que construían los robots hasta que únicamente quedó una planta en toda Norteamérica.

La resistencia libró su última batalla, en la que David enlazó telepáticamente a todos sus guerreros mientras hacía frente y destruía a mas de ochenta Centinelas guiando a sus tropas hasta la victoria y destruyendo a los últimos robots cazadores de mutantes de la Tierra 2600 pero no antes de descubrir que estos seguían siendo guiados por humanos, el descubrir que el homo sapiens, tras años de caza, tortura y muerte, seguían intentando acabar con ellos fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de David que decidió que debían acabar con la humanidad, convirtiéndose en el tirano que el Tallus había predicho, y esta vez no habría Centinelas que pudieran detenerlo.