Elsa Bloodstone

Desde que era muy pequeña, Ulysses Bloodstone, el padre de Elsa, la obligaba a enfrentarse a los monstruos a los que él mismo daba caza. A la edad de siete años le hizo enfrentarse a gibones piraña {M/Z6 1-FB}. Un día su madre la descubrió con el pelo cubierto de una substancia corrosiva y quiso aliviarle el dolor cortándoselo, pero Ulysses se lo impidió. Elsa fue testigo de como su padre forzó a su madre a ser internada en un centro psiquiátrico para que no interfiriera en su educación {M/Z6 4-FB}.

Su padre era duro con ella y no cesaba de empujarla a combatir el mal, ya en la adolescencia la llevaba de caza con él, como en la ocasión en la que iban tras un demonio murciélago. La frialdad de su padre hacía que ella llegara a odiarla, sentimiento que le impresionó positivamente. A pesar de todo estaba preocupada por él, ya que cada vez se sentía más enfermo a causa de su exposición a la Piedra de Sangre aunque no quisiera reconocerlo {M/Z6 2-FB}. Ya en su hora final, completamente consumido por la piedra mística, Ulysses pidió a su hija que lo matara pero ella se negó a ello. La muerte de su padre fue un alivio para Elsa y se permitió sonreír durante su funeral cuando ya nadie la miraba {M/Z6 3-FB}.

Elsa fue una de los supervivientes del colapso del Multiverso y se encontró en el Mundo de Batalla como comandante de las tropas que defendían el Escudo de las criaturas que poblaban las Tierras Muertas. Durante uno de los ataques de las hordas de zombies, Terror Rojo la atrapó y la teleportó cientos de kilómetros al interior de las Tierras Muertas. Elsa se despertó junto a una niña justo cuando estaba siendo atacada por una versión zombie del Doctor Octopus. Las dos se pusieron a andar hacia el Escudo, pero al ver que el camino estaba bloqueado por una horda de zombies que avanzaban en la misma dirección, Elsa decidió hacer caso a la niña e ir en dirección opuesta {M/Z6 1}. No tardaron en descubrir que un extraño personaje los seguía, pero Elsa decidió que no era prudente encontrarse con quien quiera que fuera y prosiguieron su camino. La niña fue secuestrada por Mística, quien logró engañarla usando sus poderes metamórficos para que se la entregara haciéndose pasar por un soldado del Escudo. Al descubrir el engaño, Elsa fue tras ella con la esperanza de poder rescatarla. Ya en el campamento vio como era mordida y la dio por muerta. Sin embargo, cuando estaba a punto de marcharse se sorprendió al encontrar allí a Masacre prisionero {M/Z6 2}. Los zombies lo estaban usando para alimentarse y retener su inteligencia. Elsa también descubrió que la niña no se había contaminado con el virus zombie y la rescató. Como no pudo hacer lo mismo por Masacre, al menos acabó con sus penas haciendo estallar unos bidones de combustible que había junto a él. Mística ordenó a su banda de zombies darle caza, pero su perseguidor irrumpió y atacó a los zombies dándole así la oportunidad de huir {M/Z6 3}. El ser que iba tras ella le dio alcance de nuevo y reveló ser una contrapartida de su padre. También la banda de Mística la alcanzó, pues necesitaban alimentarse para no sucumbir al hambre. Aunque Ulysses le ofreció aliarse temporalmente contra los zombies, Elsa reusó y lo decapitó. Hubiera muerto a manos de los zombies de no ser porque Ulysses poseía el poder de un gran número de Piedras de Sangre y recompuso su cuerpo. Elsa se enfrentó a él y logró arrebatarle las Piedras de Sangre. Descubrió entonces que la niña que la acompañaba era en realidad una creación de las Piedras de Sangre para atraerla junto a su padre y encarnaba su infancia perdida. Elsa la absorbió dentro de su cuerpo y con el poder de las Piedras de Sangre destruyó a los zombies y restauró a su padre. Juntos decidieron partir rumbo al Escudo {M/Z6 4}.