Melville, Sam

Sam Melville era uno de los vecinos del pequeño pueblo de Dustbowl. Dueño del cafe del pueblo, Sam veía como poco a poco el pueblo iba muriendo al igual que sus sueños de juventud de convertirse en dueño de un elegante restaurante que sirviera sofisticados platos, en lugar de lo cual debía trabajar junto a su mujer Mary en un café cochambroso. Todo cambió cuando a Dustbowl llegó la entidad cósmica conocida como Glorian, ya que el pueblo había sido escogido por este y por su maestro, el Conformador de Mundos, para comprobar si Glorian sería capaz de ocupar el puesto algún día del Conformador. Glorian usó su poder para crear la ilusión de los habitantes del pueblo en realidad, de este modo, Sam Melville vio como su viejo y ajado café se transformaba en un elegante restaurante con el como dueño.

La llegada poco después de Betty Ross al pueblo no cambió mucho la situación ya que Glorian la introdujo también en su mundo ilusorio, pero la llegada de Hulk si que alteró la situación, Glorian intentó usar su poder para influir en Hulk pero la mente de este se rebeló contra el poder de ilusión del ser cósmico tras lo cual exigió que liberara a Betty.

Gideon, asustado, decidió usar a la gente del pueblo para detener al gigante de jade, primero usó sus poderes de ilusión para hacer creer a Hulk que los habitantes de Dusbowl eran sus peores enemigos (el Líder, la Abominación, el Rino....) y por su parte, los indefensos pueblerinos se vieron enfrentados a un ser que pretendía arrebatarles sus sueños y devolverles a sus vidas anteriores, creyendo que aquel ser iba a volver a transformarle de nuevo en un vulgar dueño de un cafe cochambroso, Sam Melville se lanzó contra Hulk junto a sus compañeros que demostraron no ser rivales para el gigante de jade que se los sacudió facilmente, solamente la llegada del Conformador de Mundos poniendo fin al experimento evitó una tragedia tras lo cual abandonó la Tierra junto a su pupilo, dejando atrás a Sam y sus paisanos que tras haber visto sus sueños hechos realidad, debían volver a la triste realidad en que por ejemplo Sam era un dueño de café sin éxito y sin futuro, no han vuelto a tenerse noticias de Melville desde entonces.