Sugata, Sanshiro

Sanshiro Sugata nació un siglo demasiado tarde, un hombre entrenado en el código samurai como era él, que apreciaba el arte la música pero también el sentido del honor y del respeto a las tradiciones, debería haber nacido cuando a Japón se la llamaba todavía Nippon y cuando los guerreros shogun lograron construir un gran imperio en lugar de en una sociedad mercantilista y corrompida por el materialismo. Sanshiro encontró en el cine una manera de expresar el arte al cual adoraba, pronto se convirtió en un director de cine afamado y un productor le encargó la producción de cinco películas.

Sanshiro hizo cuatro de estas películas para su amigo productor, todas ellas de temática del medio oeste americano y dotadas gran calidad, verdaderas obras de arte, pero el amigo de Sugata murió y sus hijos obligaron al director de cine a dirigir la última de las películas que había firmado, pero los hijos del productor carecían del carácter de su padre y en lugar de confiar en Sanshiro, decidieron intervenir cada vez mas en la película, primero cambiando la temática de la película que ahora pasó a llamarse "Un dragón sobre Tokio" y en la que aparecía un gigantesco dragón arrasando la enorme capital japonesa, no contentos con ignorar las reticencias del director, el golpe de gracia le llegó a Sanshiro cuando los nuevos productores decidieron hacer unas tomas exteriores ya que precisaban que se viera un volcán de fondo, escogiendo un santuario budista que tenía el sagrado Monte Kuroishi al fondo y usando un gigantesco dragón controlado por control remoto. Para Sanshiro aquello fue la afrenta definitiva ya que no solo le obligaban a firmar una porquería de película sino que encima "profanaban" un santuario, pero como los productores amenazaban con denunciarle, no tuvo mas remedio que seguir adelante.

Quiso el destino que Hulk arribara a las costas de Japón después de una accidentada visita a la Unión Soviética, su camino le llegó hasta las faldas del Monte Kuorishi y al santuario donde se dejó envolver por la calma y tranquilidad del lugar, pero ni allí encontró la paz puesto que fue acosado por el Coronel Talbot abordo de una nave de guerra americana, la batalla afectó al volcán dormido que volvió a entrar en erupción. Sin saber nada de la lucha que tenía lugar en la montaña, Sanshiro pensó que los espíritus del volcán estaban furiosos con él por haber permitido que profanaran el santuario y dejándose llevar por el codigo samurai, se dispuso a usar su espada para acabar con su vida, pero en ese momento Talbot se estrelló con su nave contra el volcán provocando que la lava corriera por la falda del monte en dirección al santuario, Sanshiro decidió que no podía permitir que el santuario fuera destruido y usó al dragón para levantar el gigantesco decorado en un intento de detener la lava, pero cuando esta alcanzó al decorado de madera esta comenzó a arder, por fortuna entonces apareció Hulk que vio como el anciano samurai intentaba salvar el santuario que tanta paz y tranquilidad emanaba y usando su enorme fuerza, creó una barrera de tierra que detuvo la lava salvando el lugar tras lo cual abandonó el santuario dejando atrás a Sugata que pensó que Hulk era una criatura enviada por los dioses y que le estaban mandando un mensaje, no debía acabar con su vida sino proteger el lugar, algo que Sanshiro estaba dispuesto a hacer hasta el fin de sus días.