Kincaid, Leo

Leo Kincaid era lo que podía denominarse un soldado de fortuna, un mercenario que vendía sus servicios por dinero. Se ignora casi todo de su pasado así como de las misiones en que se vio involucrado, entre lo poco que se sabe era su nacionalidad, estadounidense, su lugar de residencia, San Francisco y que en un momento dado, acogió en su interior el espíritu del guerrero asgardiano conocido como Hogun, el cual había fallecido como el resto de asgardianos durante el Ragnarok.

Sin saber el inesperado huésped que portaba en su interior, Kincaid pidió ser destinado a Africa, al campo de refugiados abierto por Médicos Sin Fronteras conocido como Umeme Mumbu, situado en el país devastado por las guerras tribales conocido como Dahram, donde se encargaría de controlar a la multitud y atender a incidentes ocasionales, en el campo de refugiados se unió a otros dos mercenarios provenientes de Europa, el alemán Rolf Mueller y el británico Trevor Newly, que también habían pedido ser trasladados a Dahram, tras unas semanas, los tres recibieron la noticia que un doctor americano, Donald Blake, iba a pasar unas semanas en el campo de refugiados atendiendo a una llamada de Médicos Sin Fronteras y todos se mostraron ansiosos por conocerle. Cuando Blake solo llevaba unos días en el campo, Umeme Mumbu fue objeto de un ataque por parte de los Ngare que estaban dispuestos a exterminar a los refugiados presentes en el campo.

Leo y sus compañeros, pese a estar superados en número y armas, se dispusieron en formación e hicieron frente al enemigo pero solo era cuestión de tiempo que fueran superados, por fortuna, Blake guardaba un secreto y es que era el alter ego del asgardiano conocido como Thor y después que se transformara en el Dios del Trueno, derrotó a los Ngare a los que puso en fuga.

Acabada la batalla, Thor se mostró admirado del valor de los mercenarios, y cuando supo que los tres habían acudido a Dahran al mismo tiempo, sin conocerse de nada y que además habían acudido a un campo de refugiados que se llamaba Dios del Rayo, Thor comprendió que había dado con tres de sus perdidos compatriotas asgardianos, en concreto los Tres Guerreros. Usando su poder, Thor devolvió a sus compatriotas a su aspecto divino con lo que el espíritu de Hogun abandonó el cuerpo de Kincaid. No se han vuelto a tener noticias del mercenario desde entonces.