Mujer Celestial

El miembro de la raza de los Celestiales al que se le conoce únicamente como Mujer Celestial vino hasta el planeta Tierra en el Siglo I después de Cristo y aterrizó en la población china de Louyang. La Mujer Celestial estaba embarazada del Hijo de las Estrellas, un sistema de procreación prohibido por su raza. El ser venía a enterrarse en el planeta y dar su vida a su retoño aunque sabía que era posible que los Celestiales vinieran tras ella a destruirla. El héroe local Zhang Heng perteneciente a la Hermandad del Escudo y portador de la Lanza de Imhotep hizo construir una págoda frente a la Mujer Celestial para poder hablar con ella {SHIELD 1-FB}.

Cuando se puso a la altura de su cabeza, la Mujer Celestial le contó su historia y como pensaba hundirse en el planeta esperando la eclosión de su hijo o su aniquilación. Zhang Heng convenció a la Mujer Celestial para que en lugar de la Tierra se hundiera en el Sol y aprovechara la energía del astro para concebir a su hijo. Siglos más tarde, en 1956, Leonardo Da Vinci viajó hasta el Sol equipado con un traje especial. Al aproximarse encontró a la Mujer Celestial que murió dando a luz al Hijo de las Estrellas. El pequeño retoño se le aproximó y Da Vinci lo acogió en sus brazos {SHIELD 4-FB}.