Neb Maat

Neb Maat era un faraón que gobernaba en el Antiguo Egipto. Como muchos gobernantes antes que él, creía ser descendiente directo de los dioses (en concreto se consideraba nacido de Isis y Osiris) y esta creencia se vio acrecentada cuando encontró algunas de las criaturas místicas, mestizos de dioses y demonios, dejados atras por los Dioses Heliopolitanos tras abandonar la Tierra en dirección a su reino celestial, el Faraón utilizó a estos híbridos para sus propios propósitos, muchos de ellos actuaban como su guardia personal, otros como Hosaain Tarree vigilaba los esclavos que Neb Maat utilizaba para construir palacios, tumbas y pirámides en honor a los dioses y otros mas peligrosos aún, como el Grifo Sagrado, fueron confinados en los subterráneos del palacio del faraón en Gize siendo su furia contenida mediante sacrificios humanos, aunque el Faraón cometió el error de confundir este apaciguamiento de la bestia si la mantenían alimentada con que el Grifo obedeciera sus órdenes al considerarlo como uno de los dioses que le habían creado.

Esta situación duró hasta que accidentalmente y provenientes de varios siglos en el futuro, hasta Egipto llegaron varios dioses asgardianos, primero Volstagg que fue capturado para ser ofrecido al Grifo Sagrado y después Thor y los compañeros de Volstagg en los Tres Guerreros dispuestos a rescatar a su amigo. Los siervos del faraón capturaron a Volstagg al que se dispusieron a sacrificar como alimento al Grifo y poco después llegaron a presencia del Faraón Thor y sus compañeros.

Neb Maat exigió a los recién llegados que se arrodillaran ante él reconociendo su superioridad pero los asgardianos se negaron, entonces les llegaron los gritos de Volstagg desde los subterráneos del palacio y acudieron en su ayuda mientras el faraón azuzaba contra ellos a sus sirvientes místicos que fueron facilmente derrotados por Thor y sus compañeros que llegaron justo a tiempo para liberar a Volstagg de ser devorado por el Grifo Sagrado.

Comenzó entonces un combate un combate entre Thor y el Grifo Sagrado que amenazó con destruir el Palacio de Neb Maat. El faraón, furioso, exigió al Grifo que acabara con su enemigo sin destruir sus propiedades pensando todavía que el animal reconocía su ascendencia divina y obedecía sus órdenes, nada mas lejos de la realidad, el Grifo Sagrado aplastó al faraón acabando con su vida.