Octavo Día
PPSM2 11
Ultama es un joven artista que realiza pintadas de protesta hacia el gobierno allí donde puede, en la jungla, en los templos y todas las cosas que intentan tragarse su alma. En esta ocasión la policía le pisas los talones, así que Ultama intenta esconderse en la jungla. De pronto ve la entrada de un pequeño templo que no reconoce y al entrar en su interior ve a un rubí flotando y se siente atraído por él como si lo llamara. Al tocarlo se produce un destello de luz y Ultama proclama que ahora son uno.
Spiderman lleva a MJ en sus brazos balanceándose por los edificios y su mujer le grita que se detenga, así que la deposita en una azotea. Allí le confiesa que se siente traicionada por él por haber vuelto a ponerse el disfraz sin decirle nada. De hecho ella no le había contado del acosador porque creía que era un enemigo de Spiderman que había descubierto su identidad secreta y no quería darle una escusa para que volviera a ponerse el traje. Entonces reparan en Jill que se ha quedad atrás. Peter le dice que estará a salvo ya que el acosador no iba tras ella, pero MJ quiere asegurarse y le pide que la lleve a Queens.
En efecto, los Parker encuentras a Jill en su casa, pero está llorando porque su padre ha desaparecido y su armero está vacío. Se teme que pueda ir tras el Senador Ward. MJ le insinúa a Peter que vaya a encontrar a Spiderman. Fuera el acosador está aparcado en el taxi.
Parker llega al Daily Bugle con la intención de pedir a alguien que lo ayude a investigar al acosador de MJ, pero descubre que hay un apagón generalizado en el edificio y su sentido arácnido zumba como loco, así que se desliza sin llamar la atención y baja a los sótanos vestido ya de Spiderman. Allí descubre a un tal Cantero construyendo una enorme maquinaria. Como no responde a sus gritos, Spiderman le lanza una telaraña, pero Tempestad aparece y desvía su disparo devolviéndoselo. Pronto aparece el resto de Ejemplares y Spiderman huye para buscar ayuda.
Spiderman atraviesa las defensas exteriores de la Mansión de los Vengadores y llama a la puerta envuelto en los tentáculos metálicos que la protegen. Jarvis le abre y lo conduce hasta Iron Man y Thor, los dos únicos Vengadores presentes. Spiderman les cuenta el emplazamiento de los Ejemplares y el Dios Máquina, así que los dos Vengadores salen corriendo y lo dejan atrás. En la Mansión también está el arqueólogo Vernon quien le advierte que los Ejemplares son más peligrosos de lo que creen y también decide ir a ayudar a los Vengadores. Spiderman piensa que solo el Juggernaut superaría a los dos Vengadores y entonces se le ocurre una idea.
