Peter Parker: Spectacular Spider-Man vol 2

En el interior de la nave los alienígenas le dicen a Peter Parker que no le desean ningún mal, pero para comunicarse mejor con él hacen hablar a su representante human el señor Tad McNair. Este le dice a Peter que han realizado experimentos genéticos con su ADN y han creado un híbrido que campa suelto por la ciudad, a cambio de su colaboración retirarán todos los cargos que pesan sobre él por no haber mantenido su integridad genética. Para desempeñar su misión le entregan un aparato teleportador que deberá usar contra el ser. Además resulta que el ser híbrido está embarazado y dará a luz a las siete.

Mientras se plancha el pantalón de su traje, el Tipógrafo rememora su origen. En esta ocasión se pinta en la frente una A de Aniquilación.

Spiderman se encuentra en lo alto de un edificio examinando el aparato alienígena que también sirve de rastreador. Desde allí llama a Robbie para saber la información que le pidió sobre los carteles destruidos en el accidente, todos ellos fueron fabricados por Ace Signworks, Inc. situado en la Calle 105. JJJ está en su despacho cuando ve pasar a la bestia híbrida arácnida y sonríe feliz ya que por fin está seguro que Spiderman es un monstruo. En efecto a escasos minutos para las siete su aparato detecta al híbrido. En la azotea de la fábrica de carteles el Tipógrafo está a punto de justiciar a George Finch haciendo detonar gran cantidad de explosivos que ha dejado colocados por todo el edificio, el capataz de la fábrica. Spiderman para por allí perseguido por la criatura y convence al Tipógrafo para que lo ayude. Con la confusión Finch huye. Justo en el momento en el que el ser alienígena está a punto de dar a luz, Spiderman logra colocarle el aparato teleportador y desaparece. El Tipógrafo decide dejar de lado su venganza, pero en la calle Finch llama a su jefe para decirle que la fábrica a explotado. Acto seguido acciona el detonador que ha robado al Tipógrafo. Rápidamente Peter se cambia de traje y se presenta en la exposición de fotos, solo llega media hora tarde, pero allí no hay nadie. Pese a todo ha vendido una única foto de alguien que prefiere permanecer anónimo. Por la calle se aleja con una sonrisa en su boca Tía May llevando la foto que ha comprado a su sobrino.