Tales of Suspense vol 1

Cierto botánico creía que todos los seres vivos poseían algún grado de inteligencia, incluidas las plantas. Para demostrarlo creó un suero tras largos meses de experimentación capaz de desarrollar la inteligencia primaria de las plantas. Con él esperaba poder demostrar su teoría al mundo entero. El botánico decidió probar su suero en un ejemplar de Ignatius Rex, la planta más evolucionada del reino vegetal. Un espécimen raro que únicamente crecía en una isla ignota cerca de la costa de Australia. El botánico se desplazó hasta allí, pero fue incapaz de encontrar ejemplar alguno. Frustrado decidió probar el suero en una mala hierba. El suero funcionó mejor de lo que esperaba y la planta creció ante sus ojos transformándose en un ser capaz de andar y hablar. La planta decidió conquistar el mundo y crear un ejército vegetal con el suero del botánico. El hombre al ver lo que había creado quiso escapar en su bote, pero la Cosa Verde saltó tras él. Desesperado se arrojó al mar para destruir el motor de la embarcación y dejar atrapada en la isla a la criatura. La Cosa Verde al agua saltó tras él, pero fueron atacados por tiburones. Mientras la planta animada luchaba con los escualos, el botánico logró destruir el motor. La Cosa Verde venció el combate marino y emergió en la costa. Al ver que estaba atrapada en la isla decidió matar al botánico, así que el hombre huyó. Desesperado intentó trepar a un árbol, pero sus ramas se movieron obedeciendo a la Cosa Verde. El botánico logró escapar una vez más y se internó en una cueva. Allí encontró un ejemplar de Ignatius Rex. Sin una idea mejor, inyectó en él el resto del suero. La planta creció y adquirió inteligencia. Aunque la Cosa Verde le ofreció unirse a él para conquistar la Tierra, el Ignatius Rex decidió que las plantas no debían interferir en los asuntos humanos y luchó contra la Cosa Verde. Ignatius Rex prevaleció y permitió al humano escapar de la isla.

Un grupo hombres sorprende al botánico asustándose del movimiento de las hojas de una planta por la brisa. Sin comprender porque le da pánico el vegetal, el hombre decide contarles la historia de la Cosa Verde. Al concluir su relato, la audiencia se queda sorprendida por lo fantástico del relato sin saber si creerlo o no.