J2

J2 quiere llamar la atención de Stinger, pero la encuentra con Filibustero en el laboratorio y se marcha cabizbajo. Cuando sale de la mansión Rayo Azul intenta flirtear con él, pero Zane no está por la labor. Magneta, que ha estado monitorizando a J2 envía un deportivo volando. Sin decir quien es ni que pretende le pide a J2 que entre en el coche para discutir asuntos privados. Pese a las advertencias de Rayo Azul que podría tratarse de una trampa, J2 le hace caso omiso y entra en el coche.

Magneta le propone a J2 unirse a su nueva hermandad. Pretende crear un nuevo grupo de superhéroes proactivo que ataquen a los villanos antes de que lo hagan ellos. Pero J2 rechaza su proposición. Se desencadena la inevitable lucha entre Magneta y J2. Pese a todo su poder, Magneta no consigue detener al chico y se ve obligada a huir cuando llegan los Nuevos Vengadores, aunque le asegura a J2 que lo quiera o no forma parte de su hermandad. Stinger le reprocha que se haya medido de cabeza en la trampa. J2 ha conseguido llamar la atención de Stinger, pero no como él pretendía.

Rina se encuentra en San Francisco visitando la ciudad. Un grupo de maleantes intenta agredirla, pero ella los despacha con facilidad. Las aventuras el ciudad la divierten y escribe una carta a su madre explicándole lo bien que lo está pasando en su viaje.

El capo envía a Little Red para que vaya a recoger el dinero que la anciana propietaria del Lugar de la Abuela lava para él. Aunque le advierte que no se entretenga, el pipejo, que es poco corto de miras, se queda en un bar intentando flirtear sin éxito con la camarera. Mientras tanto un par de matones que saben lo que se cuece han entrado y atado a la anciana en espera del gángster que trae el dinero para lavarlo. Zane entra en la panadería para comprar unas galletas, pero los matones lo echan de allí. Sospechando que ocurre algo extraño Zane irrumpe poco después en la panadería cuando los matones está a punto de matar a Little Red para robarle el maletín con el dinero. Con los agresores detenidos, la policía no tarda en llegar y se lleva presa a la abuela por corrupción. Zane se aleja con su bolsa de galletas y espera que la anciana salga pronto de la prisión pues sus pastas son deliciosas.