NFL SuperPro

John Murtaugh es un mago de las finanzas que trabaja para una organización clandestina de juego, pero al ser descubierto decidió usar su testimonio contra sus empleadores para salvar el pellejo, pero eso lo puso en el punto de mira de su jefe Sanzionare quien envió a varios asesinos para terminar con él. SuperPro pilló a uno de los francotiradores, pero no pudo evitar que un pistolero lo matara a bocajarro. El hombre huyó en un coche y, aunque SuperPro intentó atraparlo se le escapó. Causalmente Spiderman vio lo que estaba ocurriendo y pudo lanzar uno de sus trazadores arácnidos. Phil decide desistir en la pesecución y se reúne con Ken en la furgoneta. Phil está convencido que Tim Pressman, quien se ha visto implicado en la trama del juego ilegal, está libre de culpa y quiere demostrarlo, así que llama a Jane para pedirle ayuda. Su novia le dice que va a hacer algunas averiguaciones y le dirá algo. Edison, el pistolero de Sanzionare entrega la cinta con las declaraciones de Murtagh y le pone en preaviso sobre la intromisión de SuperPro. Edison se va a encargar de Pressman y Kent recibe el encargo de averiguar lo que pueda sobre SuperPro. A la mañana siguiente Pressman sale de al corte y proclama su inocencia ante la prensa. Peter y Joe Mercado están entre la prensa que recoge sus declaraciones, pero el sentido arácnido de Peter se dispara y sale corriendo para ponerse en traje. En efecto, encuentra a Edison en una azotea a punto de disparar contra Pressman con un rifle con mira telescópica. Al ver al héroe, Edison intenta escapar, pero cae de la azotea y se mata. Esa noche Spiderman decide seguir el rastro del trazador que lo conduce hasta la mansión de Sanzionare, donde ve a un grupo de hombres armados abandonar el lugar. Tras usar otro de los trazadores para seguirlos más tarde, Spiderman entra en la casa en busca de alguna evidencia que lo incrimine pero no encuentra ninguna. Los hombres armados asaltan a Pressman, pero SuperPro les hace frente y los derrota, así cuando Spiderman finalmente llega ya ha terminado todo y decide no dejarse ver. Con los hombres de Sanzionare presos el nombre de Pressman debería quedar ahora limpio, aunque el deportista cree que la prensa ya lo habrá mancillado.