Spellbinders

Foley ha convencido a Minks para ir a medianoche a la biblioteca del instituto para realizar un conjuro de invocación. El chico se queja un poco pero accede y realiza el sortilegio, sin embargo algo sale mal y todo su cuerpo se convierte en un montón de lagartijas. En ese mismo momento el matrimonio de los Vesco se dirige hacia Salem para completar la mudanza. Al día siguiente en el campo de basquet del instituto Paul, Mason y Renata están jugando y comentan la muerte de Minks y el conjuro que pretendía invocar a una super-bruja para que viniera en su ayuda. La casa donde se han mudado los Vesco es un desastre, pero el padre intenta mostrarse optimista y asegura que nada que no pueda arreglar. Kim decide empezar por el garaje para desempaquetar sus herramientas y material para sus trabajos artísticos. Mientras lo hace se presenta Barrow, un vecino de su misma edad que también va a ir al instituto con ella. Al día siguiente Kim va por primera vez al instituto, Mink y Liza Beth observan llegar a Kim y contemplan como Foley es el primer alumno que intenta acercarse a la chica, el chico a penas es capaz de hablar y finalmente le dice que cree que ha sido él quien la ha llamado. De pronto Kim siente un fuerte dolor, rápidamente Mink y Liza Beth se le acercan para ayudarla. Mink quita la ocultación de su agresor y ven a un poderoso elemental del aire asfixiándola. Liza Beth bendice entonces a Visco y exorciza al demonio. El señor Walker cree que es una pelea y se apresta a separarlos, Kim intenta salir en defensa de Liza Beth, pero ella rápidamente asume la culpa de lo ocurrido. Kim no entiende que está pasando. Durante todo el día no deja de escuchar referencias raras a misticismo y brujería que no comprende. Durante la pausa para la comida Kris la invita a la fiesta de su casa. Las referencias a brujas se siguen repitiendo hasta que regresa a su casa, donde les dice a sus padres que su primer día ha sido entre surrealista y fatal. Más tarde cuando trabaja en su taller en el garaje aparece de nuevo Barrow y le cuenta que la escuela está dividida en dos facciones los que creen en la brujería y los que no. Tras marcharse Barrow, el fantasma de Minks se le aparece intentando avisarla que corre peligro. Kim solo cree escuchar unas palabras pero lo atribuye a su imaginación cuando de pronto unas manos surgen de la pared y la apresan. Su madre oye los ruidos y entra corriendo en el garaje para encontrar a su hija desfallecida en el suelo. El espíritu de Kim se ha separado de su cuerpo y ahora ve a Minks flotando a su lado quien la felicita de forma irónica.