Spellbinders

Kim Vesco está estupefacta, observando a su propio cuerpo sin consciencia. Su madre intenta a salvarla, sin éxito. La joven le grita, pero no recibe ninguna respuesta. Resulta que la señorita, a partir de ahora, ya no tiene cuerpo físico. Le habla David Knox, un chico que ella había visto antes en el cole. Tiene un estado igual que ella, un ente medio transparente. A Kim no le cuadra esta situación, y encima, parece que David le está reprochando por haber muerto de forma tan "imprudente". Enseguida escuchan una voz y se dan cuenta que son más que dos. Detrás de ellos ven a una multitud de personas fantasmales. Son de diferentes edades, géneros y épocas históricas. Surge una confusión y las personas empiezan a discutir entre ellos. Una mujer rubia acerca a la protagonista, deciéndole que no está muerta, sino es un "espíritu andante". Kim reconoce la necesidad de regresar en el cuerpo y lo consigue. En pocos minutos se encuentra en el suelo de la habitación, con ambos de sus padres, felices por haberla vuelto a la realidad.

Ren, Mason y Paul están comiendo crepes en un sitio, hablando de las asambleas de brujas, mensionando la nueva Kim. Según ellos, un brujo se ha equivocado, tomando Kim Vesco por una "Über-bruja", cuando es una simple "vacía".

Es la clase de la historia. Kim sale a la pizarra y se justifica antes del profesor por llegar tarde. Aquel mira la lista del médico y le deja ir. Mientras tanto, los brujos miran como la chica se relaciona con las "vacías", con las que parece tener ya una especie de amistad. Después de esta clase aburrida Kim, acompañada de sus dos camaradas nuevas, sale al pasillo. Las chicas se despiden. La próxima es la clase de ciencias. Los alumnos están en una clase práctica de química, probando procesos hidrolíticos. La profesora dice que cada uno debe escoger a un compañero, y Kim escoge a Foley, con lo que no está nada de acuerdo su amigo Mink. La chica nota la incertidumbre y espera que le expliquen lo que está pasando. Foley está perplejo. Algo tartamudeando, se dirige a ella, contando que Salem es una ciudad especial, donde viven familias con poderes sobrenaturales. También dice que uno no aprende hacer la magia, sino es su rasgo intrínseco y normalmente una familia hace solo un tipo de magia. Kim no parece haber asimilado este conocimiento, tomándolo por una broma. Foley sigue confesándole sobre su sueño y que le había evocado a Kim para salvarles. De repente, en la aula se produce un incendio. Mientras todos están aterrorizados, Mason enfrenta a Mink gritándole que ha ocurrido por una maldición que ha hecho. El chico, asustado, lo niega. La profesora ordena que todos abandonan el edificio. Kim es la última en huir y se queda atrapada. Foley pide a Mason que le ayude con su magia, pero esa no lo consigue. Kim procura escapar por su cuenta, echando espuma en el fuego. Al beber el chocolate caliente para aliviar el shock después de lo ocurrido, Kim ve a Barrow que le saluda alegremente. Trás una charla pequeña, el chaval le invita a ir juntos a la velada de Kris. Allí supuestamente, no habrá nadie de brujos. Kim está encantada, pero dice que no hay necesidad de que le viene a buscar. Tampoco de conocer a sus padres, ya que es una niña adaptada. Las noticias se difunden rápido y Ren ya habla con Liza sobre la familia de Kim. Comentan, que, a lo mejor, Foley ha hecho bien, después del todo, a escoger a ella. Liza promete a bendecir a Kim.

Kim regresa a su casa. Sus padres le preguntan sobre el día en el cole y ella dice la verdad, sabiendo que no le creerán. Como era de esperar, piensan que es sarcasmo y todo continua con su rumbo habitual. El sábado por la tarde tiene que venir a la casa de Barrow a buscarle.

Preparada para ir a la velada, Kim llega a la casa de Chad Barrow. Una mujer de pelo gris y mirada ansiosa le abre la puerta. La casa se ve bastante sombría tanto por fuera como por dentro. Kim se queda esperar a su nuevo amigo en una de los cuartos, en el que hay fotografías en blanco y nergo, algunas están en el suelo. La protagonista las observa con mucha curiosidad. Además, nota bastantes periódicos, papeles y libros abiertos. De repente, aparece Chad y enseguida le hace piropo. Kim dice que le parece haber visto la mujer de la foto, a qué el chaval responde que la imagen es muy vieja. No solo ella tiene la sensación rara de déjà vu. A Chad se le ocurre que Kim le hace recordar algo de su pasado.

La pareja feliz de Barrow y Kim se ve andando hacia la mansión de Kris. La escena aparece dentro de un círculo mágico con el que está trabajando Liza. A su lado está Foley, que intenta a asegurarse que la bendición se hace bien y que luego no dejará de funcionar.

Es la hora cuando empieza la velada. La casa se ve grande y con interiores elegantes. Los jóvenes están hablando de las brujerías y chismorreando sobre sus compañeros. Kris coge la mano de Kim y le lleva arriba por las escaleras. En el mismo instante, alguien de la chaqueta negra saca un puñal.