Hasta los Vengadores pueden morir
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Los Vengadores llevan a la Avispa hasta un hospital, y el doctor que la examina dice que su estado es crítico y que morirá en 48 horas a menos de que la intervenga un médico noruego, el doctor Svenson. Thor cruza el Atlántico para traer a Svenson, pero cuando llega con él, los Vengadores descubren que en realidad se trata de un alienígena disfrazado. El alienígena, al ser desenmascarado, muere asfixiado. Entonces los Vengadores tratan de localizar a los otros alienígenas para rescatar al verdadero Svenson. Sus pesquisas les indican que la base de los alienígenas tiene que encontrarse en el polo norte, y se dirigen hacia allí.
Los Vengadores localizan el refugio de los kalusianos, y luchan con ellos para conseguir que les entreguen al doctor Svenson. Al final, es el propio doctor el que detiene la pelea, amenazando a los kalusianos con no seguir ayudándolos. Los extraterrestres explican a los Vengadores que están ocultos de otra raza estelar que trata de aniquilarlos. El doctor Svenson accede a acompañar a los Vengadores para curar a la Avispa, cuando los kalusianos se enteran que sus enemigos los han descubierto, y deciden abandonar la Tierra para enfrentarse a ellos. Una vez que los kalusianos se han ido, el Vigilante aparece en su refugio, pensando que si la guerra entre ambas razas hubiera ocurrido en la Tierra, el planeta habría sido destruido.
Los Vengadores llevan al doctor Svenson al hospital, donde interviene a la Avispa. Cuando la operación termina, Svenson les dice que su compañera se recuperará.
