Supersoldiers

El supersoldado Hauer y la periodista Wilder están rodeados en la casa de Khan, así que Hauer entrega un arma a su compañera y se dirige directamente hacia la puerta principal haciendo frente a los agresores. La lucha le trae recuerdos de su última misión, pero éstos son todavía confusos y no logra aclarar nada con ellos. La periodista tampoco se queda corta y elimina a dos de los soldados cuando estos derriban la puerta trasera. Finalmente usando el coche de la periodista como arma contra los atacantes logran escapar huyendo en una furgoneta que había aparcada frente a la casa de Khan.

El General DeVille informa a Sir Marcus del fracaso de la misión, pero el aristócrata emprendedor no está sorprendido que Hauer haya conseguido escapar. Está convencido que el futuro pertenece a las corporaciones y que disponer de un grupo de supersoldados que poder vender al mejor postor le dará una posición en el nuevo orden mundial. Sir Marcus le enseña el laboratorio donde mantiene a sus supersoldados, entre quienes se encuentra un hombre llamado Gog. Sir Marcus se vanagloria de haber implicado al CAS norteamericano para que involucren al USAgente en este asunto.

Gyrich pone al día a John Walkers sobre la existencia de un supersoldado descontrolado similar a Nuke. Quiere que vaya tras él y se ocupe personalmente de este caso acusando a Hauers de traición.

Usando su cuchillo de adamantium, Hauers abre un paso a través de un muro de hormigón ante el asombro de la periodista. Quieren entrar en el complejo que aparece en las notas de Khan como el lugar de desarrollo de los supersoldados. Mientras se infiltran en las instalaciones, Hauers recuerda finalmente el desenlace de la última misión y como Childs se volvió contra sus compañeros. En los sistemas informáticos del centro de investigación encuentran referencias sobre Dalton, otro de los supersoldados que al parecer ha desaparecido, por lo que deciden que van a seguir esta pista.

Sir Marcus confirma que Gyrich ha conseguido movilizar al USAgente para que vaya tras Hauers. Pero Childs le dice que se olvide del americano que él quiere que la suya sea la última cara que Hauers vea antes de morir.