X-Men vol 1

Pícara está usando el poder de vuelo de Bala de Cañón mientras los dos vuelan alrededor del Instituto Grey. Pícara le enseña que puede detener su vuelo en el aire y flotar, cosa que hasta ahora Sam nunca había logrado hacer. Mientras están hablando ven lo que parece un misil, rápidamente lo interceptan, pero para su sorpresa es el Mímico que lleva a alguien a sus espaldas. Tras el choque inicial evitar que los dos intrusos colisionen contra el suelo. El Mímico les pide ayuda para salvar a su amigo, Arma Omega, cuyos poderes se han vuelto desestabilizado. El Mímico ha recurrido a la Bestia ya que éste le ha ofrecido ayuda en el pasado, dice que ha intentado ayudar a Michael, pero no lo ha conseguido. De pronto Michael recobra el conocimiento y se lanza como un poseso hacia la clase donde está Cámara impartiendo un curso de como enfrentarse a los cambios físicos. Cámara rechaza a Arma Omega y la Patrulla-X le hace frente. Finalmente es Rachel quien logra calmarlo con sus poderes telepáticos. Mientras mantiene el control, Michael ruega que lo encierren lo antes posible para no causar más daños. Hank lo coloca en una Jaula de Faraday que impide intercambio energético y eso lo mantiene estable. Tras examinarlo, Hank llega a la conclusión que el cuerpo de Michael no puede contener toda la energía que ha ido acumulando en su interior y se ha convertido literalmente en una bomba viviente. Michael pide que lo dejen explotar y morir, pero Pícara le hace entrar en razón. Por sugerencia de Calvin, él y Pícara van a absorber sus poderes para liberar parte de la energía del interior del cuerpo de Michael. Al no haber otro plan mejor deciden llevarlo a cabo. Los dos mutantes mimetizan los poderes de Michael, pero algo falla y en lugar de liberar la energía simplemente se convierten en bombas vivientes como él.