Subterráneos
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La muestra con el ADN de los Protomutantes pasa de comprador en comprador hasta alcanzar una embarcación en Punta Arenas. Allí el barco zarpa y se da el encuentro con un submarino en mitad del mar. El submarino emerge y un hombre recoge el paquete que entrega al líder de la secta del Camino Celestial. Finalmente tiene lo que quería.
Ororo ha informado a Scott de lo ocurrido y le dice que tienen un problema, pero Scott está todavía enfadado con ella y le contesta que no que es ella quien tiene el problema y le urge a solucionarlo ella sola. Afortunadamente reciben una llamada de Sabra quien ha conseguido trazar el recorrido del paquete en el mercado negro hasta la Patagonia. El paquete ha sido entregado al Camino Celestial, una secta dirigida por un hombre obsesionado con la pureza y perfeccionamiento de la raza y que usan una embarcación como base para evitar caer en ninguna jurisdicción.
El Equipo de Seguridad alcanza la embarcación del Camino Celestial en Micronesia y Hada teleporta discretamente a Mariposa Mental y Dominó para infiltrarse en ella. Las dos mujeres consiguen ropas de los sectarios y a la mañana siguiente asisten a un discurso del líder de la secta. El hombre se percata de la presencia de Betsy y la elige para llevarla a su despacho. Mientras Dominó se infiltra buscando la muestra, el líder sectario revela a Betsy que está trabajando en efecto en la eugenesia por medio de terapias genéticas, reproducción selectiva y el control de población. Tras concluir su discurso se saca las gafas de sol que llevaba dejando al descubierto unos ojos mutados y brillantes. Está ansioso por que Betsy pruebe también la fórmula.
