Deicida
IM5 8
Tony Stark solo puede escapar de los demoledores golpes de Cabeza de Muerte, pese a no usar armas tal como está estipulado en las reglas del combate ritual, el desproporcionado tamaño y la inmensa fuerza del gigantesco robot, hacen que Stark no sea rival para él. Cansado de perseguir a su contrincante, En otro lugar, 451 consigue el Corazón de Voldi y reactiva a PEPPER tal como había dicho a Stark que haría. En la arena, Cabeza de Muerte decide lanzarle inmensas rocas, ya que considera indigno tener que estar persiguiendo a su adversario. Afortunadamente PEPPER llega a tiempo y Stark se enfunda su armadura. La Emperatriz de los Voldi grita histérica que lo maten, pero Iron Man no tiene intención de quedarse y se marcha volando a toda velocidad. Un grupo de Mecanohipolitas sale tras él, pero Iron Man ya le ha dado tiempo a acceder a su nave y su arsenal y empieza a destruirlos con varios misiles. Veritina contempla complacida como sus robots van cercando a su enemigo cuando de pronto aparece un grupo de Celestiales e inician la destrucción de las Lágrimas de Voldi. Se dan cuenta que la causa es la desaparición del corazón, así que la Emperatriz ordena la evacuación mientras ella misma decide sacrificarse para ganar el máximo tiempo posible. De pronto los mecanohipolitas dejan de funcionar, por lo que Iron Man se da cuenta que algo está ocurriendo en la estación espacial. El héroe terrestre tiene intención de regresar para intentar ayudar, pero 451 se le aparece como una proyección holográfica y se lo desaconseja. En efecto cuando llega hasta los voldi ya es demasiado tarde y han sido completamente destruidos por los Celestiales. 451 le confiesa que lo ha estado usando durante algún tiempo. El androide no siente remordimiento alguno por lo que ha ocurrido y le asegura que está dispuesto a sacrificar tantos mundos como sea necesario para salvarlos a todos. Pero Stark está decidido a que pague por lo que ha hecho.
