La saga del Fuego Infernal
W&X 33
Logan sigue enfrentándose al Señor Mortal en una lucha encarnizada, así que se pone en contacto telepáticamente con Rachel para pedirle ayuda, pero su compañera le dice que en esos momentos no puede ir ya que están siguiendo una nueva pista. La Bestia ha caído en la cuenta que Krakoa fue creado por el Club Fuego Infernal así que al interrogarlo la isla viviente les dice que en efecto puede conducirlos hasta donde fue creado. Krakoa se pone en movimiento y se lleva a sus profesores, por el camino agarra a Lobezno y coge prisionero al Señor Mortal.
Chico Omega y el Sapo se enfrentan a Madame Mondo y Saurón a los que no tardan en derrotar. Mientras tanto el Rey Negro hace luchar a los Infernales contra varios agentes del Club Fuego Infernal como prueba de su devoción y entrega a los principios inculcados por su academia. En la Sala de Castigo 13, un par de guardias sorprenden a Chico Omega y el Sapo, pero Perro Logan los mata para pagar la deuda que sentía hacia Chico Omega por haberle abierto los ojos en la Tierra Salvaje. Logan se cruza en el pasillo con Creed quien se mofa de él, pero Perro Logan ni se inmuta y le devuelve la puñalada verbal. El Rey Negro está complacido con Idie y la invita a su despacho para ofrecerle el traje de Reina Negra del Club Fuego Infernal. Wilhelmina entra con un cachorro de gato para pedir a Kilgore que lo ayuda a despellejarlo, pero el muchacho está demasiado excitado ofreciendo el puesto de Reina Negra a Idie y ninguno de los dos la oyen, la chica se queda sorprendida y decepcionada ya que creía que solo había una reina. Chico Omega y el Sapo se topan con Vaina y los Infernales, mientras luchan, Idie accede a ponerse el traje y consigue finalmente sonsacar a Kilgore que fue él quien disparó contra Nydo. La chica propina un fuerte puñetazo en la cara al muchacho que cae al suelo con los labios partidos, pero rápidamente saca una pistola. Al escuchar el grito de Idie, Nydo deja de atacar a Chico Omega y sale corriendo en su búsqueda. Vaina ataca al Sapo, pero el hombre sigue enamorado de ella y no se atreve a defenderse.
