Carnicero
MK8 1
Marc Spector ha contratado los servicios de la psiquiatra para que lo examine, la doctora ya ha realizado los estudios y tiene un diagnóstico. Le asegura que en realidad no padece ningún trastorno de personalidad múltiple, sino que su cerebro ha sido dañado por la presencia de una entidad extraterrestre. Es el propio Khonshu quien le ha conferido los cuatro aspectos de su personalidad: el Explorador, el Protector, el Defensor y Vigilante. En definitiva no está loco, su mente ha sido colonizada por una antigua conciencia más allá del espacio y el tiempo.
Mientras desayuna una periodista descubre que el Caballero Luna ha regresado a Nueva York, cosa que le sorprende que haya hecho tras el periodo en elq ue se le había diagnosticado el desorden de personalidad múltiple que sufrió en Los Ángeles. El detective Flint se ha puesto en contacto con Marc Spector para que le ayude en la investigación de varias muertes brutales de hombres de complexión musculosa. Spector se presenta con la nueva identidad de Míster Caballero, ya que sobre el Caballero Luna pesa una orden de búsqueda y captura. Tras examinar el modus operanti y el cadáver, Spector concluye que quien haya hecho eso no es un asesino errante si no alguien que opera en una zona concreta y dotado de gran fuerza. Tras examinar los lugares donde han sido encontrados otros cuerpos deduce donde se encuentra el cubil del asesino, en las alcantarillas de la ciudad. Tras un rápido examen encuentra una de las tapas del alcantarillado manchadas con sangre, así que desciende por la escalerilla metálica y no tarda en encontrar al Carnicero. Se trata de un antiguo agente de SHIELD que tras haber sido herido de gravedad en una misión ha enloquecido y manipulado su cuerpo mediante el equipo quirúrgico de la base en un ser cibernético grotesco. El Carnicero estaba apresando a sus víctimas para arrancarles músculos y órganos con los que mejorarse. Tras un breve enfrentamiento Míster Caballero logra terminar con su adversario destruyendo uno de sus aparatos vitales.
