Guardians 3000

Nikki dispara contra los Stark quienes a su vez devuelven el fuego obligando a todos los Guardianes de la Galaxia a implicarse en la lucha contra sus adversarios justo cuando habían logrado empezar a dialogar con ellos. Vance logra detener a Nikki e intenta restaurar la paz con los Stark, pero los androides no ven razón para pensar que los Guardianes no vuelvan a atacarlos, así que no aceptan la tregua. Nikki revela que puede teleportar al grupo de regreso a la Capitán América, así que Vance le pide que lo haga. Los Guardianes de la Galaxia no reconocen la nave, de hecho tampoco saben quien es Nikki pese a que ella parece conocerlos a todos. Nikki coge los controles de la nave y ataca a los Stark volando por los aires. Vance se enfurece del todo, ya que no solo ha causado un conflicto cuando ya no lo había, si no que encima les ha dejado sin la información que podrían haber obtenido de ellos. Nikki le hace frente y lo ataca, pero Martinex interfiere y se ve obligado a congelarla para detenerla.

Nova se opone en nombre del Cuerpo Nova a que lleven a Gheena hasta el Viejo Hambre, ya que la zona ha sido catalogada como una zona ultra contaminada. El grupo escucha sus argumentos, pero Starlord le dice que al ser él el rey de Spartax su autoridad la sobrepasa y que si bien la ha escuchado, va a continuar ayudando a Gheena para intentar arreglar el desajuste temporal que está sufriendo el Universo. Además, ya han llegado hasta el Pozo del Hambre. El grupo desciende y se encuentra con Stormfront, el Heraldo de Galactus, quien no los reconoce por lo que Gheena confirma que han padecido otra desviación temporal. Starlord pide audiencia con el Hambre, pero Stormfront los rechaza, al insistir enseguida los ataca. Nova le hace frente mientras el resto del grupo se adentra en el pozo gravitacional. Cuando ya están entrando, Charlie-27 recuerda que Vance ha de servir de guía temporal, pero ya es demasiado tarde, la figura de Galactus empieza a perfilarse ante ellos.