Inhuman

Lector y Iso corren por las calles de Venecia, pero tienen la mala suerte de meterse en un callejón sin salida. Lector ya ha usado sus cartas dos veces, así que la tercera será aun más débil. Por eso le pide a la chica que sea ella quien los detenga el tiempo suficiente para que él pueda pensar en algo. Iso usa sus poderes para hacer estallar el combustible de los motores de las motos voladoras de sus perseguidores. Lector aprovecha para activar su última tarjeta y saltan a diez metros de distancia. Iso encuentra una capilla abandonada y se esconden en su interior. Allí Lector pide a Iso que use sus poderes para sumirlo en sueño inducido de modo que pueda volver a acceder a sus poderes. Justo cuando se queda dormido aparece la forma astral del Capo. Iso se enfrenta a los guardias y consigue derrotar a gran número de ellos. Pero justo cuando entra un guardia inhumano de aspecto monstruoso armado con una enorme maza de bola y cadena, el ruido despierta al Lecto quien lo lanza por los aires con su vara. Ahora que está recargado, activa su tarjeta y desparecen.

Lector y Iso aparecen sobre Attilan. El hombre activa sus alas planeadoras y logra aterriza con Iso sobre la superficie de la ciudad inhumana justo a los pies de Gorgón. Inmediatamente pide asilo para Iso cuando de pronto aparece un zeppelin de Ennilux que exige que se les entregue a Iso. Gorgón no tiene más remedio que dar la orden de proteger la ciudad. La batalla da inicio y los agresores parecen estar llevando la iniciativa, cuando de pronto a aparece Rayo Negro.

Medusa se encuentra tomando una copa en un bar de Chicago cuando recobra su personalidad normal. El hombre con el que está tomando un trago resulta ser el dueño de una gran empresa de desarrollo de vuelos espaciales privados y Medusa le confiesa que se interesó por él únicamente para robar uno de sus vehículos y poder ir con él al Área Azul de la Luna. El hombre, que está ya medio bebido, se da cuenta que Medusa necesita hablar con alguien y se ofrece para escucharla. A Medusa la pilla por sorpresa y decide quedarse un rato más. El hombre la hace sentir mejor, además de sentirse halagada, especialmente en tanto que él no sabe realmente quien es ella. Al salir del bar, el empresario le aconseja permitirse cometer errores como hacen todas las personas y Medusa no puede reprimirse de darle un beso. Pero el empresario se ha dado cuenta que está casada, pero Medusa le responde que no necesariamente en el sentido en el que él se cree. Pero al preguntarle explicaciones de pronto ve a un grupo de personas viendo en el móvil lo que está ocurriendo en Nueva Attilan, así que Medusa le dice a Bryan que en efecto todo se viene abajo si no está ella. Despliega por primera vez su melena y se marcha corriendo.