Jungle Action vol 1

Man-Oo abandona su lugar en el árbol que marca su posición jerárquica en la jungla al escuchar un llanto en mitad de la noche. Al alejarse ve a su archienemigo, el merodeador Kago que se dirige hacia su árbol. Aunque por un instante duda, Man-Oo decide atender primero a la llamada de auxilio. En efecto, no tarda en encontrar a una cría de gorila rodeada por famélicas hienas. Usando un bastón a modo de improvisada arma, Man-Oo logra poner en fuga a las bestias carroñeras. Los padres de la criatura, ignorantes de lo ocurrido, toman a Man-Oo como el causante del llano del cachorro y lo atacan. Comprendiendo el miedo de los madres, Man-Oo reduce a los padres sin causarles daño y les devuelve a su hijo. Sabiendo que su plan ha fracasado, Kago decide tender una trampa a Man-Oo colocando un lazo corredizo, pero Man-Oo no es el Poderoso sin razón y sabiendo que Kago está detrás del ataque de las hienas, descubre la trampa y logra que sea Kago quien caiga en ella ahorcándose. Finalmente puede descansar en su árbol y dormir lo que queda de noche.

Peter acompaña a Gwen para que ayude al profesor Han Kreitzer a transcribir su trabajo. El científico ha venido a la jungla para realizar algunos estudios. El anciano prepara un reacción nuclear con la que espera verificar la existencia de la Bruja de las Llamas. Pese a la advertencia en contra de Gwen, el profesor provoca la reacción y se produce un incendio, inmediatamente la chica se escabulle entre la maleza y se pone el traje de Chica Leopardo. Una estampida de elefantes asustados por las llamas la obligan a saltar sobre un árbol donde Coga, la gran cobra, la ataca. Para salvarse, la Chica Leopardo salta y usa la cola de la serpiente como si fuera una liana y salta hasta otro árbol. Ya a salvo desciende al suelo donde se encuentra frente a frente con la Bruja de las Llamas. El ser místico está incendiando la selva en busca del profesor por haber interrumpido su sueño. Para ponerse a salvo de las llamas de la bruja, Chica Leopardo se agarra a las patas de un cóndor que pasa por ahí. Con la ayuda del león Numa, tiende una trampa a la Bruja de las Llamas y consigue arrojarle chorro de agua del río logrando que su cuerpo se desvanezca y quede de nuevo sumida en su sueño eterno. Cuando Gwen regresa junto al profesor, el anciano asegura que no volverá a realizar ningún experimento durante mucho tiempo.