All-New Inhumans

La Agente Johnson concede la autorización de SHIELD para ir hasta Sin-Cong, si bien no intervendrán en el caso de que tengan problemas allí. Al llegar, el dictador les recibe haciendo una exhibición de fuerza. El gobernante asegura que la Nube Terrígena no ha afectado a ninguno de los habitantes del pequeño país siendo ello, dice, muestra de la pureza de su pueblo. Para demostrarlo les ofrece hablar con los civiles. Crystal, Swain y Flint son acompañados por varios soldados. Ninguna de las personas con las que hablan contradice la versión oficial, pero Flint ve un dibujo en una de las casas que puede representar un capullo neohumano. En otro punto de país, Red, Naja y Panacea realizan una incursión clandestina para verificar si efectivamente no hay inhumanos. Allí encuentran a un grupo de personas envenenadas por radiación, pero Panacea decide no ayudarlas por miedo a delatarse. Mientras, en la sede del dictador, se ha organizado una cena para la Misión Diplomática Inhumana. Durante la misma, muestran a varios hombres mutados, pero no inhumanos. Son los intentos fallidos de crear superhombres. Flint está a punto de intervenir, pero Crystal lo detiene y se ve obligada a disculparse ante el dictador. Esa noche, toda la tripulación del NRI tiene la misma pesadilla: el asesinato de neohumanos. Los muertos reclaman venganza.