Guardians of the Galaxy vol 4

Thanos se reúne con Annihilus, Y-Gaaar de los badoon y la Reina Nido para hablar sobre la situación actual galáctica. El Mundohogar kree ya no existe, los skrulls no son más que un susurro y la agitación del cónclave de Spartax entre otras, ofrecen una oportunidad para aquellos que siguen en pie. Consideran que la Tierra es un planeta demasiado problemático para dejarlo tal como está y proponen destruirlo. Ofrecen a Thanos aliarse con ellos y él accede al precio de quedarse con la Tierra.

Mapache Cohete y Starlord examinan la forma en la que los Guardianes de la Galaxia pueden abandonar la Tierra. No parece haber ninguna nave espacial disponible hasta que la Capitana Marvel da con la Playa de Chaparanga en la base de datos de SHIELD. Mapache Cohete se queda alucinado al saber que existe un cementerio de naves espaciales en la Tierra. Antes de que pueda responderle suena la alarma del Helitransporte y Sharon Carter advierte que no es un simulacro.

Kitty habla con la Cosa sobre la imposibilidad de continuar con Quill ahora que él se va a ir al espacio y ella va a continuar en la Tierra, ya que asegura que la Patrulla-X la necesita, todo ello mientras se enfrentan al Armadillo. Tras derrotar al villano algo llama su atención en el cielo.

Groot está tranquilamente en Central Park como si fuera un árbol más extendiendo sus brazos ahora llenos de hojas verdes, pero algo ve en el cielo que le hace deshacerse de todo el follaje y adoptar una expresión de ira.

Flash está en una oficina de empleo buscando trabajo a jornada completa. La entrevistadora se queda sorprendida al ver su currículum, pero cuando le pregunta sobre su último trabajo, Flash responde vagamente. De pronto los móviles de la gente que está en el local dejan de funcionar. Todos se quedan mirando por las ventanas, ha llegado una invasión alienígena compuesta por naves badoon, Nido y arthrosianas. Las naves pueden divisarse desde prácticamente todas las poblaciones de la Tierra, desde Nueva York, hasta Birnin Zana y Moscú. Un mensaje advierte que han venido a unirlos al resto de la Galaxia y que antes van a eliminar a los Guardianes de la Galaxia. Un rayo alcanza al Helitransporte y Thanos aparece en su cubierta. Rápidamente Mapache Cohete pide ser llevado hasta el cementerio de naves. A regañadientes, Carol accede a transportarlo hasta allí sobre su espalda. Drax se alegra de oír que Thanos está aquí y salta sobre él, pero el Titán Loco lo agarra por el cuello y lo arroja fuera del Helitransporte. Starlord también le hace frente aunque lo único que puede hacer es esquivar como puede sus golpes esperando que llegue más ayuda. Esta lo hace en forma de Groot y Veneno. Al ver como combate, Annihilus y la Reina Nido consideran que ha perdido el control y deciden volver al plan original de destruir la Tierra. Kitty también entra en escena y entra en fase a Thanos arrojándolo a él esta vez del Helitransporte. Thanos se precipita al suelo donde lo espera la Cosa, quien aprovecha la inercia de su caída para propinarle un fuerte puñetazo. Mientras en la nave insignia de la Reina Nido, Angela acaba con ella y amenaza a sus aliados de seguir su misma suerte si no cesan su agresión. Tras pensarlo unos segundos, los alienígenas se retiran abandonando a Thanos a su suerte. El Titán se ve rodeado por los Guardianes de la Galaxia, incluida Gamora, que ha sido liberada de su encierro en el Triskelión. Thanos no es capaz de hacer frente a tantos adversarios y no tarda en ser derrotado. Momentos después es puesto bajo custodia del Cuerpo Nova, que se lo llevan prisionero. Todos los Guardianes de la Galaxia se reencuentran, si bien abandonan el planeta únicamente Starlord, Drax, Gamora, Mapache Cohete y Groot.

Annihilus e Y-Graal deciden que la Tierra no merece la pena, y quizás deberían pensar en dejarla en paz, después de todo es indigna de ellos.