Armas de Destrucción Mutante
WX3 5
Gloria, una niña de seis o siete años de edad, grita al ver un ratón atrapado en una trampa pegajosa. Al escucharla, su madre Jenny va corriendo a ver que ocurre y se sorprende al ver el roedor. Al ver venir a su marido le dice que no sabía que tuvieran ratones y él le responde que pasa tanto tiempo en el laboratorio que no ha tenido tiempo de decírselo. En efecto, tras el desayuno, Jenny se va a trabajar a la central del Programa Arma X. Ella pertenece al grupo de científicos de nivel naranja. La mujer parece distraída y casi no presta atención a la prueba de ratas cibernéticas que usan para matar a un mutante que tienen prisionero.
Carla muestra a Robert Andrews el vídeo con la grabación del mutante al que matan las ratas cibernéticas. El chico no parece perturbarse mucho con las imágenes y considera que hay que terminar con los mutantes cueste lo que cueste. Carla le anuncia que los animales ciborgs no son más que el primer paso y que lo que el Reverendo Stryker busca son jóvenes valientes, cruzados orgullosos y audaces dispuestos a darlo todo por la lucha contra el diablo y su obra.
Cho comparte la información que han reunido con el resto del grupo. Sospechan que el Programa Arma X quieren construir un ciborg con el poder de hulk capaz de matar a un millón de mutantes en un instante. Hasta el momento han fracasado, pero Robert Andrews es el siguiente en la lista. Como se les ha escapado Cho ha estudiado los manifiestos de transporte del laboratorio Omnitek y ha descubierto que han sido manipulados y no se incluyó en ellos la información clave que necesitan así que encarga a Dientes de Sable y Lobezno localizar al contable que los ha escrito. A Sendero de Guerra y Dominó los envía a la última localización conocida por Dama Mortal del Reverendo Stryker.
Cuando Sendero de Guerra y Dominó llegan a la Iglesia del Potencial Humano encuentran el lugar plagado de ciborgs de Arma-X. Los dos mutante se enfrentan a los robots y Dominó especialmente parece disfrutar del momento.
Logan y Creed se presentan en casa del contable de Omnitek. El hombre al sentirse amenazado enseguida confiesa haber alterado los registros y les asegura que les dirá todo lo que sabe.
La casa del contable está siendo monitorizada por el Programa Arma-X, así que cuando uno de los empleados de seguridad ve lo que está ocurriendo enseguida avisa al Doctor Baines para que active la detonación de los nanobots. La experta en realidad es Jennifer, así que el Doctor Baines le pide que los active. La mujer se sorprende al saber que los han desplegado ya, pero obedece la orden. Baines se da cuenta que el estado de ánimo de Jennifer está alterado, si bien ella lo intenta disimular. El plan funciona y el contable muere. Cuando el miembro de seguridad le avisa que toda la cadena está en peligro y han de matar a una veintena de personas más, Baines se entusiasma sádicamente. Al volver a llamar a Jennifer esta vez sí que se da cuenta que algo no va bien con ella.
Cho ha examinado el historial médico del contable y al no haber visto ningún indicio de que pudiera haber muerto de forma natural, cree que ha sido Arma X los responsables de su muerte. Cruzando datos, ha descubierto más muertes súbitas entre trabajadores de agencias de transporte y distribución, así que cruzando esos datos con los desaparecidos de la Iglesia del Potencial Humano deduce que la base de Arma X debe encontrarse en Texas.
Al día siguiente, Jenny se despide de su marido, quien está un poco preocupado por ella. El hombre le propone pasar el fin de semana fuera y a Jenny le parece una muy buena idea. De nuevo en el laboratorio, Baines le pide que le explique como activar los nanobots, ya que es la única que sabe hacerlo. Tras ello la envía al Tanque H, donde la Doctora Alba la golpea con un táser incapacitándola. Van a usarla como nuevo sujeto experimental. Jenny se siente atrapada como la rata de la trampa pegajosa de su casa.
