Avengers vol 1

Un hombre encañona al sheriff Lobo Rojo con su arma y le asegura que le queda una bala en la recámara, pero Lobo Rojo se queda mirándolo impasible. Al ver el sudor en la frente del hombre, salta sobre él y le quita el arma. El hombre se sorprende que se percatara que se le habían acabado las balas.

Los Vengadores se enfrentan a la Legión Letal en Nuevo México. Halcón sorprende al Amo del Metal con una fecha con gas, mientras el resto del grupo sigue luchando y Lobo Rojo se queda mirando la escena. Entonces se percata que hay un patrón. La Legión Letal quiere apoderarse del piramoide, pero Lobo Rojo está convencido por la forma que lo intentan que el objeto no los mata y los teleporta a algún otro lugar. Así que pide a Ojo de Halcón que confíe en él y le cree una apertura. Su compañero así lo hace y Lobo Rojo salta sobre el piramoide eludiendo a los Hermanos Sangre y desaparece junto al objeto. Halcón cree que ha muerto, pero Ojo de Halcón lo tranquiliza. Esté donde esté ahora, estará junto a la Antorcha Humana.

Pícara no desea esperar a que venga Viajera a recogerlos y ha movilizado al grupo. Rayo le hace ver que lo mejor es ir a por la teleportadora y se ofrece viajar hasta la Base de los Vengadores para ir a buscarla. Pícara accede y Rayo se marcha.

Lobo Rojo aparece atrapado en otra gema gigante junto a la Antorcha Humana, Enano Negro y Ferene. El Combatiente considera que los obstáculos están empezando a dar más problemas de los que se merecen en referencia a los Vengadores, pero el Gran Maestro le recuerda que el juego no puede terminar en tablas, además piensa que la Legión Letal lo está haciendo mejor que la Orden Negra. Suyo es el último piramoide, el más decisivo: la Quintaesencia. El Combatiente sonríe y al preguntarle el Gran Maestro que hace, le responde que hacer a alguien una oferta con su mente y le pregunta si conoce realmente la ira. La ira no se puede detener y jamás muere.

Finalmente la Bestia ha descubierto la causa del deterioro de la salud. Está infestado por unas criaturas alienígenas de tamaño cuántico. Tras probar en la Avispa la vacuna que ha desarrollado constata que funciona así que se la suministran a Jarvis. Sus condiciones empiezan a mejorar, pero de pronto aparece el piramoide enviado por el Gran Maestro. A su alrededor aparecen almas de los difuntos. Mientras la Bestia y la Avispa se plantean como sacar a Jarvis, el mayordomo despierta y grita que todo es una mentira, pero de pronto colapsa y vuelve a perder el conocimiento.