Hunt for Wolverine: Dead Ends

Antonio Fernández tiene dieciséis años de edad y es un estudiante de Barcelona. Mientras se pasea sobre su bici mirando distraído el móvil, es raptado y subido a un furgón. La misma escena se suceden en diversos lugares del planeta.

Tony Stark se encuentra con Daredevil mientras se dirige de camino hacia el Instituto Xavier. Los dos han sido invitados por Kitty Pryde para ponerlos al día de los descubrimientos que los diferentes equipos han hecho sobre Lobezno. Quien está detrás de todo es Sóter, una corporación con lazos internacionales. Son ellos quienes se han hecho con la base de datos genética de Míster Siniestro. Mientras Kitty les expone lo que han descubierto, la alarma les advierte del lanzamiento de varias armas cinéticas contra el Instituto Xavier. Inmediatamente Iron Man, Tormenta y Estrella de Fuego se elevan para intentar detenerlas, pero una de ellas se escapa, así que Kitty usa sus poderes para poner en fase el planeta y dejar que la bomba penetre en la corteza terrestre hasta la capa de magma. Todo ha sido una maniobra de distracción de Sóter para dejar diez cadáveres de los chicos mutantes que han raptado en todo el mundo. Los han identificado gracias a la base genética de Míster Siniestro antes de que se active su gen-X. Un miembro de la organización activa un proyector holográfico y aparece Perseone, quien confiesa que tiene a Lobezno. Amenaza con matar a más mutantes si la Patrulla-X no deja de buscarlos. Al acabar la transmisión, el agente de Sóter muere. Iron Man se ofrece para ayudar a detenerla, pero no pueden usar a Cerebro para localizarlos antes de que se manifiesten sus poderes. Stark no quiere arrojar la toalla, pero Kitty parece que ya lo ha hecho.

Perséfone asegura a Lobezno, al que tiene atado con unas cuerdas energéticas que estaba nerviosa por enfrentarse a la élite mutante y a Tony Stark. Espera que hayan captado el mensaje, ya que no le gusta tener que matar a niños. Aunque cree que entenderían lo que intenta hacer.