Daredevil vol 6

Al poco de iniciar su andadura como Daredevil, Matt se acerca a la iglesia del Padre Cathal. El joven le asegura que hace lo que hace para mitigar el sufrimiento de la gente causado por las calles repletas de armas y violencia. El padre intenta explicarle que su padre no aprobaría lo que está haciendo. Aquí está él, vestido con un traje de diablo en una iglesia. Está haciendo malabares para justificar la violencia que reside en su interior. Aunque sea justo, la violencia terminará siendo su fin y le pide que renuncie a ella.

El Búho está repasando la situación con sus hombres. Planea controlar la Cocina del Infierno y Fisk no le preocupa en absoluto. Tampoco Daredevil, a quien cree muerto, cuando de pronto se sorprende verlo ante la puerta de su guarida. Inmediatamente ordena a Krush y sus hombres detenerlo y sacar de ahí la droga. Daredevil les hace frente, pero Krush es un hueso duro de roer. El hombre del Búho es un superhumano que emplea una exoarmadura. Pero eso también da una ventaja a Daredevil, ya que no tiene que contenerse con él. Cogiendo un gancho, logra encadenarlo a la furgoneta que transporta la droga y se sube sobre su pecho cuando salen a toda velocidad arrastrados. Usando una pistola, dispara a la rueda trasera de la furgoneta, que se estrella aparatosamente lanzando todo el cargamento de droga por la calle. Los hombres de la Banda del Búho salen en trompa contra él. Daredevil se les encara a pesar de estar abrumadoramente superado. Cuando está a punto de perder el conocimiento aparecen Luke Cage, Jessica Jones y Puño de Hierro. Daredevil cree que han venido a detenerlo, pero antes de que pueda hacer nada, el castigo tan grande que ha sufrido le hace colapsar y se le nubla la vista.

Cuando Daredevil recupera el conocimiento se encuentra en la casa de Danny Rand quien le ha aplicado unas carísimas vendas de K'un-L'un para tratar sus heridas. Matt asume al fin que ha matado a un delincuente y que no ha sido un engaño. Cree que sus amigos lo han capturado y van a entregarlo a las autoridades, pero en realidad todos ellos ya han matado también a alguien. Saben por lo que está pasando e intentan calmarlo. En la vida que llevan, aunque intentan que nadie muera, a veces es inevitable. Daredevil no puede asumirlo. Ellos tampoco están por encima de la ley, son todos unos asesinos. Danny lo tranquiliza, pero Matt usa el baño como excusa para escapar de allí.

Matt está desorientado. Regresa a su apartamento y no sabe que hacer. Entonces escucha los latidos de Spiderman. El héroe lo ha seguido para advertirle que se ha descontrolado. Él también ha matado, pero cuando lo hizo frenó y reflexionó sobre ello, en cambio reprocha a Matt el haber entrado en una espiral de violencia intentando negar lo corrido. Matt le dice que ya no puede seguir actuando como un justiciero y le entrega la máscara. Spiderman se marcha dejándolo solo en la oscuridad.