Avengers vol 3

Hércules, Hombre Gigante y la Avispa acuden a la Mansión de los Vengadores para ayudarles en la crisis surgida por la presencia de los Ejemplares en Nueva York. Iron Man y el Hombre Gigante construyen un cañón que pueda superar las defensas de la nave de los Ejemplares. Duane Freeman entrega al Capitán América la información que posee el gobierno sobre los Ejemplares, y nota que el Capi le trata con frialdad desde que sabe que es miembro de la Comprensión Trina. La Bruja Escarlata discute con Mercurio por haberse convertido en ministro del gobierno de Magneto en Genosha, pero Pietro le dice que es su hermano y siempre la querrá. Los manifestantes que rodean la Mansión, agitados por la Comprensión Trina, continúan con sus protestas.

Los Vengadores, junto con Mercurio, Hércules, Avispa y Hombre Gigante, se dirigen a enfrentarse con los Ejemplares. De camino, Spiderman y Nova se unen a ellos para ayudarles. El cañón que creó Iron Man consigue acabar con las defensas de la nave de los Ejemplares, y Thor abre una brecha para que los Vengadores y sus aliados puedan entrar. La batalla entre los Vengadores y los Ejemplares es dura, y Juggernaut se sorprende al ver que los héroes estén luchando por salvarle la vida. Sin embargo, los Ejemplares consiguen acabar con todos los Vengadores, hasta que solo quedan en pie Thor y Hércules, pero también ellos dos acaban siendo derrotados. Cuando los tienen capturados, el Capitán América, que es el único que sigue libre, decide hablar con ellos, para que se den cuenta de que están siendo controlados por los poderes a los que representan. Demencia se libera del control de Ikonn, y utiliza sus poderes para liberar a los otros de sus respectivos señores. Entonces Infierno se lleva a los Ejemplares a gran velocidad, y la nave comienza a desmoronarse. Los Vengadores rescatan a Juggernaut y llegan al suelo a salvo. Juggernaut se entrega a las autoridades pacíficamente, en agradecimiento por lo que los Vengadores han hecho por él. Entonces los periodistas se acercan a los héroes y vuelven a acusarlos de exclusión racial y de albergar mutantes. Eso acaba por colmar la paciencia de Thor, que utiliza su martillo contra los periodistas.

Ante la pérdida de paciencia de Thor con los periodistas, el Capitán América convoca una reunión de los Vengadores para anunciarlos que el acoso al que el grupo se ha visto sometido está más allá de sus capacidades. Así que ha decidido dimitir como Vengador, y así cargar él con la culpa, mientras el grupo tiene tiempo para reorganizarse.