Spider-Woman vol 1

Spiderwoman entra en un establecimiento de comida para robar comida, no encuentra trabajo y necesita comer, pero en el último momento se arrepiente de su idea y arroja la lata al suelo. El ruido atrae a Archie Kalman, un viejo vigilante. Afortunadamente Spiderwoman es suficiente rápida como para esconderse sin ser vista. El hombre lo achaca a una rata y se marcha. Spiderwoman se enfurece y golpea una de las estanterías, esta vez aparece un agente de Scotland Yard. El hombre quiere saber que está haciendo, Spiderwoman tiene miedo de que no le crea y escapa, pero no sin antes que el agente logre quitarle la máscara y le vea su cara, rostro que le resulta extrañamente familiar. Por la mañana, Jessica Drew regresa al departamento que Ollie le alquila, pero el hecho que no sea completamente humana causa que la mayor parte de la gente sienta escalofríos a su paso. Al día siguiente no tiene suerte buscando trabajo. Casualmente el agente de Scotland Yard vuelve a verla y le pide que se detenga, pero Jessica huye. Al sentirse acorralada le arroja una farola, pero enseguida se da cuenta que puede matarlo y saltar sobre él para apartarlo causando que el hombre se golpee la cabeza y pierda el conocimiento. Jessica decide cambiar la máscara de su traje y se tiñe el pelo. Mientras está paseando por la ciudad con su nuevo traje presencia un tiroteo entre dos ladrones armados con los que ya coincidió y el agente de Scotland Yard. Spiderwoman decide intervenir, pero el agente Jerry resulta herido por un rayo radioactivo de la pistola de los matones. Spiderwoman deja fuera de combate a los dos ladrones y lleva a Jerry hasta el hospital donde fuerza a los médicos a usar su sangre para salvar la vida del hombre, ya que es la única forma de curar la radiación de su cuerpo. Al recuperarse el compañero de Jerry le dice que los ladrones tenían oculta una plancha de dinero robadas durante la Guerra Mundial y planeaban causar varios atentados para recuperarlas e imprimir millones. Irónicamente la moneda había cambiado desde ese momento y la plancha no les hubiera servido de nada. Jerry no deja de pensar en Spiderwoman y en el hecho que su cara le resulta familiar. No sabe si quiere detenerla o enamorarse de ella.