Balder the Brave

Utgard Loki estaba en su Castillo en Jottunheim cuando llegaron unos Gigantes de Hielo, informando que Odín había desaparecido, tal vez muerto, durante su guerra contra Surtur. El rey de los Gigantes clamó entonces que era su oportunidad de destruir a los asgardianos y trazó un plan con sus guerreros, primero acabarían con los aliados de Asgard antes de lanzar el ataque definitivo contra el Reino Dorado, dispuestos a llevar a cabo su plan, pusieron sus ojos en Nornkeep

Han pasado semanas tras la marcha de Balder de su reino y Karnilla languidece en sus aposentos en una mezcla de tristeza y melancolia ya que teme no ver nunca mas a su amado. Un vigía avisa entonces que un jinete se acerca por el sendero y la Reina Norn descubre emocionada que se trata de Balder, entonces corrió al patio y se fundió con su amado en un beso y este la abrazó, pronto Karnilla sintió que Balder la abrazaba con demasiada fuerza y horrorizada vio como su amado se transformaba en algo raro, que inmovilizó su cuerpo y le impedía hablar. En otro punto del castillo, los Gigantes de Hielo irrumpieron en el patio principal atacando a las tropas de Karnilla que se defendieron valientemente, entonces hizo su aparición Hagen, el mejor guerrero de los Gigantes que diezmó a las tropas Norns dando tiempo a Utgar Loki a lanzar un hechizo, que convirtió a todos los habitantes del Reino en piedra. Una vez derrotada cualquier oposición, los Gigantes de Hielo exploraron el castillo y en el arsenal encontraron la Espada de Frey, la cual Utgard Loki entregó a Hagen poco antes de regresar a Jottunheim portando a Karnilla, atada e indefensa, como prisionera.

Balder y Agnar regresan al Reino de Karnilla tras ayudar a Thor en su viaje a Hel. Pronto sospechan que algo terrible ha sucedido en el reino ya que las cosechas se han echado a perder, y sus sospechas se confirman al ver a los habitantes del reino convertidos en piedra, a su llegada al Castillo no encuentran rastro de Karnilla y unos pájaros informan a Balder del ataque de los gigantes y la captura de Karnilla, ambos asgardianos deciden ir a Jottunheim a liberar a la Reina de los Norns, y recurren al Padre de las Aguilas, Rostroblanco, para que les guíe

En Jottunheim, Karnilla es obligada a trabajar como criada, encadenada y amordazada para que no pudiera usar sus poderes mágicos, donde es humillada por los Gigantes de Hielo aunque la Reina de los Norns jura que se vengara de ellos nada mas tenga oportunidad.

Balder y Agnar entran en territorio de los Gigantes de Hielo, Balder se da cuenta que allí la magia de Utgard Loki empieza a hacer efecto, mostrando caminos falsos y octultando otros verdaderos. Afortunadamente cuentan con la ayuda de Rostroblanco que les guia por el camino adecuado. En un momento dado, Balder, siguiendo ciegamente a su aliado águila, sigue un camino cruzando un acantilado donde los hechizos del gigante muestran que no hay sendero alguno sino una caída al vacío, vacilando, Agnar prefiere seguir el sendero que puede ver con sus propios ojos, solo para descubrir que el sendero es falso y que le dirige a un barranco por el que está a punto de caer, tras salvarse, Agnar regresa junto a Balder prometiendo seguir a Rostroblanco sin dudarlo.

En Jottunheim, los Gigantes de Hielo se disponen a darse un banquete en la noche previa a atacar a Asgard. Utgard Loki usa su magia para convertir a Karnilla en una gorrión, pero se asegura de romperle las alas para que no pudiera escapar tras lo cual la encierra en una jaula. El rey de los Gigantes de Hielo y sus esbirros se dispone a disfrutar del banquete pero Utgard Loki nota que algo no va bien en los límites de su reino ya que nota la presencia de los asgardianos, por lo que envía a sus gigantes a capturarlos.

Balder y Agnar descansan con la caída de la noche, entonces aparece Rattusk, que les dice que conoce un atajo por el cual llegarían en poco tiempo al castillo de los Gigantes de Hielo. Agnar desconfía del demonio pero Balder, deseoso de llegar cuando antes al rescate de su amada, acepta acompañar a Rattusk internándose con él en los bosques. Agnar prepara algo de cenar mientras Balder explora y al poco ve regresar a su amigo que le pide algo de cena. Agnar vuelve la espalda al asgardiano para preparar la cena pero entonces se da cuenta que los pájaros que han acompañado a Balder durante todo el camino, de repente se marchan lo que le convence que aquel ser no era su amigo. Justo a tiempo se hace a un lado, esquivando así un mandoble que su enemigo le lanzó, se trata del cambiante llamado Grungnir, con el cual entabla un furioso duelo de espadas sin aparente ganador, pero entonces los pájaros, a los que Balder había ordenado que protegieran a su amigo, se lanzan contra el cambiante cegándolo, permitiendo a Agnar atravesarlo con su espada. Una vez derrotado su enemigo, Agnar se interna en el bosque para encontrar al verdadero Balder y para su horror, encuentra el cadáver oculto de alguien que porta las ropas de Balder.