Balder the Brave

Balder acompaña a Rattusk en dirección al atajo que el demonio Norn ha prometido mostrarle. Finalmente llegan a un oscuro sendero y Rattusk le indica al asgardiano que aquel sendero le conduciría directamente al Castillo de Utgard Loki y le anima a entrar, sugiriendo que él se quedaría atrás para ocultar el camino. Desconfiando de su guía, Balder le amenaza con un puñal y le obliga a ponerse sus ropas y a cruzar el sendero en primer lugar, Rattusk no tiene mas remedio que obedecer y entra corriendo en el sendero, gritando que no era Balder y no le hicieran daño, pero no tiene demasiado éxito ya que de inmediato las gigantescas hachas de tres gigantes caen sobre él matándolo. Se trata de tres Gigantes de Hielo que permanecían agazapados dispuesto a tender una emboscada a los asgardianos, cuando los Gigantes se dan cuenta que han matado a su aliado, empiezan una búsqueda de Balder que resulta infructuosa, ya que el asgardiano se ha ocultado en el interior de la bota de uno de los Gigantes, los cuales deciden regresar a la Fortaleza para darle la noticia a su señor. Poco después, Agnar llega al sendero donde descubre el cadáver de Rattusk, al que en un principio confunde con su amigo. Una vez descubre la verdad, Agnar emprende el camino hacia la Fortaleza de Utgard Loki para unirse a Balder.

Oculto en el interior de la bota de uno de los Gigantes, Balder logra penetrar en la Fortaleza de Utgard Loki. Una vez allí se dedica a explorar el Castillo, encontrando a un gorrión enjaulado, sin saber que se trata de su amada lo que no impide que lo libere, el pájaro está a punto de morir congelado pero Balder logra emitir de su cuerpo un intenso calor que cura a su protegido. En otro punto de la Fortaleza, Utgard Loki no puede evitar tener la sensación que algo anda mal en su hogar, junto a algunos de sus hombres se dirige a interrogar a Karnilla cuando nota el calor emitido por Balder al que logra localizar, de inmediato el gorrión salta de los brazos del asgardiano y se lanza sobre el gigante, que la agarra facilmente y revierte el hechizo mostrando a la Reina Karnilla a la que amenaza con matar si Balder no obedece sus órdenes de dirigirse al Gran Salón.

En las afueras de la Fortaleza, Agnar no encuentra la manera de entrar en la guarida de Utgard Loki, entonces aparece Rostroblanco que le conduce hasta un punto de la Fortaleza donde hay una ventana sin barrotes, justo en lo alto de un alto muro que Agnar se siente capaz de escalar. Agradeciendo al señor de las aguilas su ayuda, el asgardiano comienza a trepar en dirección a la ventana

En el Gran Salón, Utgard Loki y decenas de gigantes se disponen a presenciar un gran espectáculo, el combate entre Balder y Hagen, el habilidoso espadachín de los gigantes que además iba armado con la Espada de Frey, con lo que su victoria era prácticamente segura. Sabedor del peligro de su enemigo, el asgardiano pelea con cautela, siendo incapaz de romper la guardia de su enemigo. Comprendiendo que era cuestión de tiempo que Hagen le derrotara, Balder urde una argucia, con la que logra distraer a Hagen para que abra su guardia, lo que aprovecha para coger sus brazos, tras lo cual empieza a emitir un intenso calor, anatema para los Gigantes de Hielo, lo que obliga a su rival a soltar la Espada de Frey, lejos de estar derrotado, Hagen coge otra espada y se lanza contra Balder, el cual lo esquiva y noquea de un poderoso derechazo. Con su enemigo derrotado, Balder se hace con la Espada de Frey y entonces aparece Agnar desde lo alto de una ventana, arrojándole una cuerda para facilitarle la huida, pero Utgard Loki le grita al asgardiano que si abandona su Fortaleza, matara a la rehén y que para evitarlo, Balder y Agnar deben rendirse.