Captain Savage

Aprovechando unos días libres entre misiones, los Leathernecks matan el tiempo en una cantina cerca de su base en Australia. Mientras LaRocque coquetea con las chicas del lugar, "Little Bear" se enfrasca en un duelo con el marine australiano Rolfe Harrison para quien vence al otro en un pulso, siendo animados ambos por sus respectivos compañeros. Finalmente es el indio quien sale vencedor, pero el australiano, lejos de aceptar su derrota, lanza un puñetazo a su adversario lo que da comienzo a una batalla campal entre australianos y americanos que solo la presencia de la policia militar logra aplacar. Es en ese momento cuando aparece Simon Savage que logra evitar que sus hombres sean llevados a prisión. Harrison se burla de los americanos diciéndoles que ha tenido que venir Savage para salvarles de la pelea y de la cárcel, entonces Simon le replica que tiene nuevas órdenes para él, y que debe unirse a su grupo para la siguiente misión. En un principio el australiano se niega pero cuando Savage le amenaza con un consejo de guerra por desobediencia, no tiene mas remedio que aceptar.

Los Leathernecks y su nuevo aliado se reunen con Mr Morton, el cual les habla de su próxima misión, capturar a Herbert Cholmondelay, un político australiano ex candidato a presidente con profundas simpatías con los japoneses, con los cuales colaboraba para hundir la economía australiana introduciendo gran cantidad de moneda falsa en el país. El plan aliado era infiltrar a Harrison, con experiencia como grabador antes de la guerra, en la organización de Cholmondelay y desmantelarla desde dentro.

Tras interceptar al verdadero grabador que debía reunirse con el traidor, los aliados logran infiltrar a Harrison en la base de Cholmondelay, allí, el marine australiano demuestra su habilidad como grabador y de inmediato se le encarga su nueva misión, emitir los billetes falsos a gran escala. En el exterior mientras tanto, los Leathernecks comienzan el asalto a la base de Cholmondelay, así, mientras "Little Bear" y Jacques se internaban en la base, Savage entraba por la puerta principal haciéndose pasar por un enviado de Tokyo enviado para reunirse con Cholmondelay. En el interior de la base, Harrison logra hacerse con las placas grabadoras y tras destruir el resto de la maquinaria y ayudado por Jay y el francés, logra salir de la base y llegar al vehículo de huida, Savage por su parte, tras ser su engaño descubierto por Cholmondelay, noquea al traidor australiano y lo lleva a rastras junto a sus compañeros para emprender todos juntos la huida.

Una vez en la base aliada, Savage y Morton muestran a Cholmondelay las pruebas reunidas contra él, al principio el político australiano niega todas las acusaciones pero cuando le muestran las placas grabadoras robadas por Harrison no tiene mas remedio que confesar y aceptar la oferta que Morton le hace, firmar una confesión de traición y marchar al exilio bajo castigo de pena de muerte si regresaba a Australia

Una vez acabada la misión, los Leathernecks marchana a su cantina favorita para relajarse. Allí, Jay y Harrison deciden retomar su duelo personal y comienzan un nuevo combate de pulsos y sus compañeros no tardan en volver a apostar, entonces aparece el Sargento de Guardia que, enfurecido al ver que los americanos y australianos vuelven a estar a la greña, les amenaza con hacerles correr diez millas para que se les calmen los ánimos, entonces llega Savage que sugiere al Sargento que sea él mismo quien encabece la brutal marcha, o bien podía aceptar un permiso de tres días siempre y cuando los Leathernecks y Harrison también tuvieran esos días de permiso, el Sargento lógicamente, se retracta de sus palabras y acepta el permiso para él y para los comandos americanos.