Captain Savage

Aprovechando un momento de relax entre sus misiones, los Leathernecks se dedican a actividades igual de violentas pero menos peligrosas. En el gimnasio de los barracones, Jay se enfrenta a un marine gigantesco de nombre Moose Barclay en un combate de lucha libre en la que el indio, aprovechando sus conocimientos de lucha, pone en jaque a su rival para deleite de sus compañeros que habían apostado por él. En ese momento aparece Savage que reclama a los suyos provocando que "Little Bear" se distrajera, lo que Barclay aprovecha para golpearle por la espalda ganando el combate. De inmediato los Leathernecks protestan al considerar el golpe como ilegal, comienza una discusión acerca de si la pelea ha sido válida o debe suspender, discusión que termina cuando Savage, furioso, ordena a sus hombres que paguen la apuesta y al resto de marines que se retiren. Una vez solos, los Leathernecks se enteran de su nueva misión, marchar a una isla del Pacífico para capturar a dos generales allí presentes.

Tras llegar en bote hasta la isla, los Leathernecks se internan en dirección al campamento japonés, a continuación, Savage ordena dividirse en dos grupos, mientras él junto a Baker y Stone se dirigían al campamento por un frente, "Little Bear", Yates y LaRocque lo harían desde el otro. Ambos grupos se separan y en el grupo liderado por Savage, Stone se retrasa unos metros para ocultar el bote, sus dos compañeros por su parte, son sorprendidos por una patrulla japonesa y pese a luchar con todas sus fuerzas, son finalmente capturados, Stone apenas si llegó a tiempo para ver como sus dos compañeros eran dirigidos a la base japonesa. Rápidamente, Stone marchó en busca del otro grupo a los que encontró e informó de la captura del Capitán y el Sargento, tras lo cual los cuatro comandos aliados se dirigieron al campamento japonés para liberar a sus compañeros De inmediato los Leathernecks protestan al considerar el golpe como ilegal, comienza una discusión acerca de si la pelea ha sido válida o debe suspender, discusión que termina cuando Savage, furioso, ordena a sus hombres que paguen la apuesta y al resto de marines que se retiren. Una vez solos, los Leathernecks se enteran de su nueva misión, marchar a una isla del Pacífico para capturar a dos generales allí presentes.

Savage y Baker son llevados ante el comandante de la base, el cual se dispone a interrogarlos. En otro punto de la base, el resto de los Leathernecks logra llegar a la base y entran en uno de los edificios donde esperaban encontrar a sus objetivos, sin embargo, son emboscados por los soldados de la base que los toman prisioneros y se disponen a ejecutarlos. Por su parte, Baker y Savage se libran de sus ataduras y logran escapar de su encierro y hacerse con un jeep con el que escapan del lugar sin saber que sus compañeros estaban presos a pocos metros de distancia. Los dos comandos huyen en dirección a la jungla pero encuentran el camino cortado por una patrulla japonesa con lo que han de poner pie a tierra, dando comienzo una lucha sin cuartel entre ambos bandos, finalmente la batalla es detenida cuando aparece el Comandante Morton junto al resto de los Leathernecks , que le informa que todo era una prueba, que aquello era una isla controlado por los aliados y que los soldados japoneses en realidad eran niseis, americanos de segunda generación con antepasados japoneses. Todo había sido parte de un entrenamiento para la peligrosa misión que les avecinaba, ya que en un mes partirían a una misión tan peligrosa que deberían unir fuerzas con otro grupo de comandos, los Aulladores del Sargento Furia.