Captain Savage

Los Leathernecks son enviados a Italia para reunirse con un importante miembro de los partisanos, la resistencia a los nazis en Italia, que debía llevarles hasta el Castillo Rizzi, una importante base germana. El grupo está en territorio hostil y deben ir con cuidado de no ser detectados. En la oscuridad de la campiña,. detectan movimiento y ven a un grupo de gente vestidos con uniformes nazis por lo que les atacan, solo para descubrir que se trata de otro grupo de comandos americanos también de misión secreta en el país, ambos grupos, tras ocultarse de una columna blindada nazi, se separan para cumplir su misión. Finalmente los Leathernecks llegan a la granja donde debían reunirse con su contacto, Jay, usando sus habilidades de rastreo y sigilo, se acerca al lugar para asegurarse que no es una trampa pero es sorprendido por la espalda por alguien que le encañona con una pistola, el indio reacciona con rapidez y de un certero puñetazo tumba a su atacante que resulta ser una mujer a la cual deja en el suelo desarmada, a continuación entra en la granja donde encuentra a Antonio, el cual afirma ser su contacto con la resistencia.

Antonio guia a los Leathernecks en dirección al Castillo Rizzi y en un momento dado, ordena detener la marcha. El italiano pide a los comandos aliados que esperen mientras él realiza un reconocimiento, pero apenas ha dado unos metros cuando es atacado por la misma mujer que Jay había noqueado minutos antes, la cual lo asesina. Los comandos encañonan a la recién llegada, la cual se identifica como la General Teresa, el verdadero contacto de la resistencia, la cual afirma que Antonio era un colaborador de los nazis y que iba a traicionarlos a las SS. Pese a las reticencias de algunos de los Leathernecks a seguir a una mujer, la General Teresa conduce al grupo hasta el Castillo Rizzi, donde solo unos pocos guardias vigilaban este lugar histórico, la mujer distrae a los guardias el tiempo suficiente para que los Leathernecks los sorprendan y derroten, haciéndose con el control del Castillo con facilidad. Los comandos aliados realizan una inspección del lugar, solo para descubrir que el Castillo alberga grandes obras de arte y tesoros militares, comprendiendo la gran importancia que este lugar tenía para los italianos, Teresa está preocupada que ahora que los nazis saben que está en su poder intenten destruirlo pero Savage la tranquiliza, afirmando que las tropas del General Clark están cerca y pronto llegarán para afianzar al posición.

El General Clark es informado que los Leathernecks han tomado el Castillo Rizzi con éxito, pero no puede enviarles los refuerzos prometidos ya que no puede enviar ninguna tropa sin debilitar sus flancos ante un posible ataque, lo que deja a los Leathernecks a merced de los nazis

Los Leathernecks se dan cuenta que van a tener que combatir a los nazis en solitario, y se disponen a preparar la defensa, ayudados por algunas de las armas expuestas en el lugar. Así, utilizan un viejo tanque Bertha de la Primera Guerra Mundial para dispersar a sus enemigos, al tiempo que usan unas minas del siglo anterior, usadas en las guerras de unificación de Italia, para volar el puente que daba acceso al Castillo. Los nazis no se rinden y usan lanchas neumáticas para cruzar el foso, pero los Leathernecks usan un viejo sumergible para bombardear las lanchas obligando a los nazis a retirarse, decididos a hacer un esfuerzo final, el resto de la fuerza alemana avanza contra el castillo, apoyados por la fuerza aérea, pero los comandos aliados logran hacer volar un viejo biplano, colocándose sobre los aviones de la Luftwaffe y dejando caer bombas sobre ellos derribando los aviones, al tiempo que las tropas de tierra son atacadas a cañonazos desde una vieja nave vikinga armada con un cañón medieval. El golpe de gracia para los nazis, llega cuando al lugar llegan los prometidos refuerzos, que sorprenden a los alemanes por la espalda obligándoles a rendirse. Una vez asegurada la zona, los Leathernecks se despiden de Teresa y abandonan el lugar.