Conan The Barbarian vol 1

Naka, un buscador de perlas, encontró nadando en bajo el mar la momia de un un rey que sostenía en su mano una enorme gema brillante. Naka entregó la piedra preciosa a su rey Bel-Hissar con su último aliento de vida. Los señores de Bel-Hissar le pidieron que arrojara de nuevo la gema a los dioses del mar, pero el monarca estaba seducido por la belleza y el poder de la gema y decidió retenerla consigo. No pasó mucho tiempo que un ladrón entró en palacio y asesinó al rey llevándose la gema consigo por ese motivo fue bautizada con el nombre de la Sangre de Bel-Hissar.

Después de muchas vueltas y cambios de manos la Sangre de Bel-Hissar llegó hasta las regiones orientales de Hyborea a manos de un comerciante himeliano. Durante un saqueo Skol Abdhur logró hacerse con la gema.

Conan está cabalgando al sur del Río Zaparoska después de haber escapado de la guerra de Tarim cuando oye los gritos de una mujer. Enseguida dirige a su montura en esa dirección y ve a un enorme bárbaro del este agarrando por el brazo a una mujer. Conan sale en su defensa, pero el bárbaro es fuerte. Mientras están enzarzados en la lucha, la mujer les advierte de la llegada de unos jinetes del ejército del Príncipe Jezdigerd. Conan coge rápidamente la montura y sube en ella a la mujer y, junto al bárbaro, huyen del lugar. No tardan en divisar una fortaleza aislada y se dirigen al galope hacia ella. Encuentran las puertas abiertas y entran en ella, pero sus perseguidores deciden desistir en la persecución. Varios bandidos de la fortaleza les salen al paso y, aunque Conan está dispuesto a luchar contra ellos, su compañero arroja la espada al suelo. Conan decide entonces seguir su ejemplo. Se encuentran en Bab-El-Shaitan, las Puertas del Diablo y sus habitantes son odiados proscritos. Los forajidos están divididos en dos bandos enfrentados, los nativos hyrkanianos que siguen a Kai Shaah y el otro los no hyrkanianos de Kadra Mahmed. La chica se presenta ante Conan como Suwaan de Khitai y dice ser propiedad de Turgohl. Queda evidenciado que ella es la única mujer de la fortaleza. Uno de los hombres, un enorme tipo de más de dos metros, se abalanza sobre Suwaan, pero Conan intenta defenderla. Mientras luchan, el hombre es asesinado por Skol Abdhur, el señor de Bab-El-Shaitan. Por lo visto mantiene el control gracias a la Sangre de Bel-Hissar, una enorme joya. Nadie se atreve a robarla, porque saben que ello desencadenaría una lucha feroz entre todos. Conan pasa la velada en la mesa de la taberna bebiendo en compañía de Suwaan, pero cuando se retiran a la habitación el bárbaro desfallece drogado. Conan se despierta a tiempo para evitar que un forajido lo mate de una puñalada. Mientras explora la fortaleza para entender que ha ocurrido encuentra los cuerpos de los dos kushitas que protegían a Skol muertos. El propio Skol yace sin vida sobre la cama y el rubí ha desaparecido. Kai Shaah acude con sus hombres al dormitorio de Skol. Al ver a Conan asumen que ha robado la joya y se disponen a hacerle frente, pero en esas llega Kadra Mahmed y los suyos. Todos juntos salen en busca de la mujer, quien logra motivar a los macarras para que ataquen a Conan acusándolo de robar la joya. Conan se enfrenta a ellos, pero en medio de la lucha, Turgohl aparece y lo ayuda a escapar de la fortaleza. Una vez en el exterior le muestra la joya que ha robado a Suwaa. En la fortaleza los hombres acusan a Suwaa de haber robado la piedra y no tardan en asesinarla. Pronto todo degenera en una lucha sin cuartel entre los dos grupos. Fuera Conan decide dejar a Turgohl la joya y los dos se sepan y emprenden caminos separados.