Conan The Barbarian vol 1

El niño que se convertiría en Amra era nativo de Aquilonia. Una noche abandonó su tierra natal a bordo de un navío dirigido por su padre, un señor de su tierra que huyó de sus enemigos. En las Islas Barachan, la tripulación sufrió un ataque pirata, aunque lograron repelerlo, muchos marinos murieron y cuando una gruesa tormenta sacudió la nave, fueron incapaces de gobernarla y todos naufragaron. Solo sobrevivió el niño y su padre quienes llegaron a las costas de Kush. Allí los nativos mataron a su padre y se llevaron a niño. Los nativos se llevaron a niño con ellos, pero se cruzaron con un cachorro de león al que mataron. La manada de leones saltó sobre ellos y los mató a todos, pero la madre leona se interpuso entre los otros felinos y el niño a quien adoptó para suplir su pérdida. Así fue como conoció a su hermano adoptivo, un león negro al que él llamó Sholo, que significa negro en el idioma del río.

Amra creció entre los leones hasta alcanzar la edad adulta. La manada terminó trasladándose hasta las ruinas que reclamaron para ellos. En las ruinas había un gran tesoro, aunque Amra conocía su valor nunca le dio uso. Además encontró inscripciones en un mausoleo incomprensibles para él. Las tribus le enviaban tributos, entre los que se incluían chicas, para evitar que los ataca con sus leones.

Un jabalí verrugoso ataca al grupo de Conan, rápidamente todos se suben a los árboles. Conan se encuentra junto al líder de los jinetes de los dragones al que llevan prisionero para encontrar a Bêlit. El hombre le propina un empujón a Conan para conseguir escapar, pero Conan se agarra a una liana y no llega al suelo, en cambio su agresor no tiene tanta suerte y cuando salta al suelo el jabalí lo persigue. Conan decide entonces saltar también y se enfrenta al jabalí con un cuchillo proporcionado por Anaki. Finalmente mata a la bestia con su propia espada y prosiguen el viaje, esta vez atando al prisionero. En otro punto de la jungla, Amra aparta el cadáver de la polilla gigante. Cuando Bêlit intenta golpearlo, Shulo, el león negro de Amra, salta hacia ella, pero su amo lo intercepta y lo detiene. Amra quiere a Bëlit como su compañera y como ésta sigue resistiéndose la golpea dejándola inconsciente y se la lleva. En la cueva donde pasan la noche le cuenta su historia y como llegó a vivir con los leones. A unas millas de distancia, Tindaga intenta escapar de nuevo, pero mientras corre uno de los watambi le arroja una lanza a la espalda. Conan se acerca corriendo para ver si sigue con vida, pero ya ha muerto y una serpiente a sus pies intenta morderlo y él la decapita con su espada. Finalmente Amra lleva a Bêlit hasta la Guarida de los Leones, las ruinas donde vive. Allí el salvaje intimida a los leones que guardan la entrada y conduce a la mujer a su interior donde le muestra su sala del tesoro. Allí Bêlit conoce a Makeda, otra mujer a la que Amra ha apresado y antigua princesa de la Tribu de los Halcones de la Luna. Mekada no tolera competencia y se lanza contra Bêlit, las dos mujeres empiezan a pelear, pero Amra las separa. Amra le pide que se marche de allí o de lo contrario le quitará la protección que le otorga sobre los otros felinos. Mientras la chica se aleja adentrándose en la selva salta sobre ella un leopardo, pero antes de que sufra daño interviene Conan y mata al felino con sus propias manos. La chica le revela entonces que antes de salir invocó un conjuro en venganza y que los dos están condenados. De debajo de la tierra entre las catacumbas de las ruinas, manos descompuestas se abren paso saliendo de debajo de la tierra.