Odín

Odín nació como miembro de una raza que más tarde sería conocida como asgardiana, es el nieto de Buri, el primer asgardiano, de quien se dice que emergió del hielo de Niffleheim. Buri engendró a Bor, quien tomó por esposa a Bestia, miembro de la raza de los gigantes de hielo, con quien tuvo cuatro hijos, Vili, Ve, Curl y Odín. Buri fue sucedido por Bor. Cuando Bor murió ascendió al trono Curl por ser el mayor de los hermanos. Pero pronto quedó demostrado que Curl era un déspota y reinaba a través del miedo y la destrucción. Los hermanos se unieron y se le opusieron. Fue Odín quien finalmente lo derrotó y lo encerró en el fondo del mar ya que las antiguas leyes divinas le impedían matarlo.

Los tres hermanos asumieron el liderazgo de los dioses asgardianos, y condujeron a los guerreros a una batalla contra los gigantes de hielo de Niffleheim, en la que murió Ymir, el jefe de los gigantes de hielo. La leyenda dice que los tres hermanos crearon el cosmos con el inmenso cadáver de Ymir, aunque tal extremo parece en verdad exagerado. Los gigantes supervivientes se refugiaron en la región de Jotunheim, otro de los mundos de la cosmología asgardiana, y Ymir fue resucitado por medios místicos desconocidos, ya que su ausencia provocaría un desequilibrio en el orden natural de las cosas.

Odín y sus hermanos, por su parte, construyeron Asgard en el reino del mismo nombre, y allí vivieron junto a los miembros de su raza. Los tres hermanos exploraron otro de los Nueve Mundos, Muspelheim, habitado por demonios de fuego, y gobernado por Surtur. Allí descubrieron que Surtur intentaba destruir los nueve mundos, con su gigantesca espada prendida en la Llama de la Eterna Destrucción. Odín y sus hermanos decidieron impedir que Surtur llevara a cabo sus planes, y se fundieron mágicamente para alcanzar la inmensa estatura de su enemigo, en la lucha, la espada de Surtur fue destruída, pero ellos tres volvieron a separarse. Aprovechando la momentánea debilidad de Surtur, los hermanos se apoderaron de la Llama de la Eterna Destrucción y escaparon en dirección a Asgard, siendo perseguidos por Surtur y sus demonios de fuego. Odín cruzó el portal entre Asgard y Muspelheim portando el brasero de la Llama, pero Vili y Ve se quedaron atrás, sabiendo que si iban a Asgard, Surtur les seguiría. Vili y Ve se despidieron de Odín pidiéndole que gobernara Asgard sabiamente, y entonces se produjo un estallido de energía, y el portal desapareció, seguidamente hubo otro estallido de energía, y el joven Odín se encontró en posesión de los poderes de sus hermanos. Odín, una vez vencido Surtur, volvió su mirada hacia Jotunheim, donde habitaba Ymir, y tras combatirle, lo encerró místicamente con una barrera mística de fuego.

Odín gobernó Asgard durante eras, tomó a Frigga por esposa, pero cuando decidió engendrar un hijo que tuviera los poderes de Asgard y la Tierra, Odín viajó a la tierra y yació con Gea, su diosa, bajo la apariencia de Jord. Gea dio a luz a Thor el futuro Dios del Trueno, y Frigga, su madrastra, lo cuidó. En una de las guerras contra los gigantes de hielo, liderados ahora por le gigante Laufey, Odín mató al gigante, y se hizo cargo de su hijo, al que todos los gigantes repudiaban al tener la estatura de un Dios y no de un gigante, se trataba de Loki, que ya en tan temprana edad tenía la codicia que años más tarde le llevarían a intentar arrebatar a su padrastro el reino. Odín creó el Bifrost, el puente del Arco Iris, que unía Asgard y la Tierra, y durante centurias los asgardianos fueron adorados por los vikingos y los germanos, que llamaban a Odín Wotan.

Cuando años más tarde, Odín presintió la llegada de la Tercera Hueste de los Celestiales, seres alienígenas de increíble poder, que ya habían intervenido en la evolución de la raza humana. Los Celestiales venían a juzgar si la raza humana era digna o no de seguir viviendo, por ello Odín se dispuso a tomar medidas para que sus seguidores no murieran. Se puso en contacto con Zeus, rey de los Dioses Olímpicos, y ambos monarcas se pusieron en contacto con el resto de los panteones, y entre todos establecieron un plan de acción. Así, Odín, Zeus y Vishnú, patriarca del panteón hindú, se enfrentaron a la Tercera Hueste, que amenazaba con cerrar los portales interdimensionales que unían los panteones con la Tierra, a menos que los Dioses aceptasen no interferir en las actividades de los Celestiales durante los siguientes mil años. Los tres dioses se vieron obligados a aceptar sus condiciones, pero Odín pretendía engañar a los Celestiales, cuya vuelta a examinar la Tierra estaba prevista para cuando acabaran esos mil años. Odín construyó una especie de armadura, dotada con armamento y poderes casi invencibles, a la que llamó Destructor, y transformó el mítico Anillo de los Nibelungos, en el arma del Destructor, la Espada de Odín. Frigga y las demás matriarcas de los panteones, por su parte, buscarían entre los seres humanos aquellos que más se acercaran a la perfección. Mientras esperaban la llegada de los Celestiales, la vida en Asgard continuaba, y la falta de humildad de su hijo Thor encolerizó a Odín, hasta tal punto que este decidió enviar a su hijo a la Tierra bajo la identidad del estudiante de medicina y después doctor Donald Blake, sin ningún conocimiento de su vida como Thor, hasta que finalmente Blake recuperó la memoria y recuperó su identidad de Dios del Trueno.

Cuando por fin la Cuarta Hueste de los Celestiales llegó a la Tierra, Odín reunió en si mismo toda la fuerza vital de los asgardianos excepto la de Thor, y el Espíritu de Odín entró en el cuerpo del Destructor, y presentó batalla a los Celestiales. Los Celestiales aniquilaron al Destructor, pero perdonaron la vida a la Tierra cuando Gea les presentó a doce seres humanos genéticamente casi perfectos, recogidos, según el plan de Odín, por las matriarcas de los panteones. Estos doce serían los llamados Jóvenes Dioses. Precisamente fueron los reyes de esos panteones quienes le dieron a Thor la energía necesaria para poder resucitar a Odín, y este a su vez resucitó a todos los asgardianos.

La vida en Asgard continuó sabiamente dirigida por Odín, hasta que este tuvo conocimiento del plan de Surtur para atacar Asgard y recuperar la Llama que Odín y sus hermanos le robaron milenios atrás, y con la Llama destruir los Nueve Mundos. Odín mandó a las tropas de Asgard a combatir a las tropas de Surtur en la Tierra, mientras que él combatía al propio Surtur en Asgard, junto a Loki y a Thor. En el transcurso de la batalla Odín adoptó mágicamente la inmensa estatura de su adversario, y en el fragor de la batalla ambos cayeron a una grieta que al parecer llegaba hasta el propio Muspelheim, grieta que se cerró tras ellos, y dejando el paradero de Odín como una incógnita. Tras la renuncia de Thor al trono de Asgard, este fue ocupado por Balder, que guió a Asgard de manera sabia, luchando contra los Gigantes de Hielo o los elfos y saliendo victorioso en todos los enfrentamientos. Sin embargo, cuando el dios egipcio Seth, que había robado el poder de todos los dioses del panteón egipcio, atacó Asgard con sus ejércitos, Balder no pudo evitar que Asgard estuviera a punto de caer. Solo la intervención de Thor, que liberó a Odín prisionero de Seth, y que retuvo a Surtur mientras su padre derrotaba a Seth, salvó a Asgard de la derrota.

Tras la batalla contra Seth, Odín se dedicó a la recontrucción de Asgard, pero entonces hubo de hacer frente a la amenaza conjunta de Surtur y de Ymir, que amenazaban con provocar el Ragnarok, la destrucción del universo, pero Odín, gracias de nuevo a la ayuda de Thor, logró derrotar a ambos. Odín continuó reinando en Asgard, aunque seguía tomando parte activa en la vida de su hijo Thor, que permanecía en la Tierra, así, lo ligó mágicamente a otro mortal, Eric Masterson, para después darle a Masterson el poder de Thor, cuando al parecer este asesinó a Loki. Más tarde, cuando un científico loco de la Tierra descubrió a Iggdrasil el Fresno Mundial, cuya destrucción, según la mitología escandinava, provocaba la desaparición de los dioses de Asgard, y la destrucción del universo. En vez de defender el fresno, Odín ideó un plan para evitar el Ragnarok, y por eso, envió a todos los asgardianos, él mismo incluido, a la Tierra, con la memoria borrada, y con identidades mortales, con esto pretendía que el Fresno no encontrara a los asgardianos, y creyera que el Ragnarok ya había pasado. El plan de Odín, era que el Fresno fuera defendido de posibles ataques mientras los asgardianos no estaban, por su hijo Thor, pero este pareció morir junto al resto de héroes en la lucha contra Onslaught; el resto de posibles defensores del Fresno, los otros "Thor", como Bill Rayos Beta o Thunderstrike estaban muertos, y Red Norvell fue asesinado por los hombres de Seth. El Dios Serpiente sabedor de la desaparición de los asgardianos, atacó el Fresno, y solo la intervención de los llamados "Dioses perdidos", evitó su victoria. Ellos liberaron a Odín, y este se enfrentó a Seth, derrotándole.

La lucha contra Seth había dejado exhausto a Odín, lo que le convirtió en presa fácil de los Dioses Oscuros, que lanzaron un ataque sorpresa contra Asgard, y capturaron a todos los asgardianos, a excepción de Thor, que aún no había vuelto a la vida tras Onslaught. Precisamente fue Thor, quien junto al Destructor y Hércules, atacó a los Dioses Oscuros, liberó a los asgardianos y a Odín, quien derrotaría finalmente a los Dioses Oscuros.

Odín perecería más tarde en lucha contra el demonio de fuego Surtur, que había sido liberado sobre la Tierra. Tras su funeral, fue su hijo Thor quien se vio obligado a tomar el trono de Asgard, y el poder de Odín fue heredado por Thor, como Odín había heredado tiempo ha el poder de sus hermanos. Durante el reinado de Thor, Odín pareció aparecérsele en sueños, pero tan sólo era el poder de Odín personificado para mostrar a Thor que se estaba autolimitando.

Odín regresó de nuevo a la vida en el momento en el que su hermano Curl había sido liberado de su prisión. El padre de todos decidió que no podía derrotar a su hermano en un combate directo sin preparación alguna, más cuando los dioses asgardianos se encontraban sobre las runias de asgard en Onklahoma. Odín se llevó a todo su pueblo hasta lo que quedaba de Asgard y mandó construir armas de guerra para prepararse para la batalla aún sacrificando para ello Midgard. Su hijo se le opuso y Odín le permitió ir a la Tierra aún sabiendo que había una profecía que decía que moriría luchando contra Curl. En efecto, antes de que Odín pudiera ir en auxilio de su hijo con todas sus tropas éste ya se había enfrentado a su tío y lo había matado aún al coste de su propia vida {FIS 1~ 7}.